La sociedad se desintegra.
Cada familia en pie de guerra.
La corrupción y el desgobierno hacen de la ciudad
un infierno. Gritos y acusaciones, mentiras y traiciones,
hacen que la razón desaparezca. Nace la indiferencia,
se anula la conciencia, y no hay ideal que no se desvanezca.
Y todo el mundo jura que no entiende por qué sus sueños
hoy se vuelven mierda. Y me hablan del pasado en el
presente, culpando a los demás por el problema
de nuestra común hipocresía.
El corazón se hace trinchera. Su lema es sálvese quien pueda.
Y así, la cara del amigo se funde en la del enemigo.
Los medios de información aumentan la confusión,
y laverdad es mentira y viceversa. Nuestra desilusión crea
desesperación, y el ciclo se repite con más fuerza.
Y perdida entre la cacofonía se ahoga la voluntad de un
pueblo entero. Y entre el insulto y el Ave María, no distingo
entre preso y carcelero, adentro de la hipocresía.
Ya no hay Izquierdas ni Derechas: sólo hay excusas y
pretextos. Una retórica maltrecha, para un planeta de
ambidiestros. No hay unión familiar, ni justicia social,
ni solidaridad con el vecino. De allí es que surge el mal,
y el abuso oficial termina por cerrarnos el camino.
Y todo el mundo insiste que no entiende por que los sueños
de hoy se vuelven mierda. Y hablamos del pasado en el
presente, dejando que el futuro se nos pierda,
viviendo entre la hipocresía.
Rubén Blades
(Agradezco a Cecilia el envío de esta canción)
1 comentario:
Hola!
En primer lugar, gracias por el crédito :D, q sorpresa!
Quizás sea por una casualidad... pero ver la fecha 20/12 y leer ese magnífico texto, es una muy buena construcción editorial. Parece muy lejano el 2001, pero hay un montón de cosas... sentimientos, actitudes en la sociedad que no cambiaron e "Hipocresía" parece la mejor síntesis.
Saludos!
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