viernes, 27 de abril de 2018

Hay alguien ahí...


Como quien no quiere la cosa. Ninguna cosa. Boca cosida. 
Párpados cosidos. Me olvidé.
Adentro el viento. Todo cerrado y el viento adentro.

Al negro sol del silencio las palabras se doraban.

Pero el silencio es cierto. Por eso escribo. 

Estoy sola y escribo. No, no estoy sola.
Hay alguien aquí que tiembla.


Alejandra Pizarnik

(Fragmentos del poema "Caminos del espejo").

La imagen pertenece a la hermosísima Verano 1993 (Estiu 1993), de Carla Simón. Traten de verla. Es uno de los mejores estrenos del año.

jueves, 26 de abril de 2018

Sin Tic Tac


Los recolectores y la recolectora (Les glaneurs et la glaneuse, 2000). 
Gran película de Agnès Varda.

domingo, 22 de abril de 2018

Ciclo dedicado a Jean-Pierre Melville, en la sala Lugones

Este lunes, en la Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín, comienza un ciclo dedicado al gran Jean-Pierre Melville. Podrán verse siete de las películas dirigidas por el realizador francés, en copias restauradas, así como también dos documentales que analizan en detalle su obra y  su legado creativo, tanto en sus contemporáneos como en las nuevas generaciones. La cita es en Av. Corrientes 1530. El ciclo se extenderá hasta el miércoles 2 de mayo.

Programación:

Lunes 23 de abril
A las 14 y 19 hs (Duración total: 105’)
24 horas en la vida de un payaso (1946)

El silencio del mar (1949)
A las 16.30 y 21.30 hs
Un cura (Léon Morin, prêtre, 1961)

Martes 24 de abril
A las 14 y 19 hs
Bob le flambeur (1956)
A las 16.30 y 21.30 hs
Morir matando (Le doulos, 1963)


Miércoles 25 de abril
A las 14 hs

Bob le flambeur (1956)
A las 17 hs
El ejército de las sombras (1969)
A las 20 hs
El círculo rojo (1970)

Jueves 26 de abril
A las 14 hs
Bajo el nombre de Melville (Sous le nom de Melville; Francia, 2008)
Documental de Olivier Bohler
A las 16.30 hs (Duración total: 105’)
24 horas en la vida de un payaso (1946)
+
El silencio del mar (1949)
A las 19 hs
Un cura (Léon Morin, prêtre, 1961)

Viernes 27 de abril
A las 14 y 19 hs
Morir matando (Le doulos, 1963)

A las 16.30 hs
Bob le flambeur (1956)

Sábado 28 de abril
A las 14 hs
El ejército de las sombras (1969)
A las 18.30 hs
El círculo rojo (1970)

Domingo 29 de abril
A las 14 hs
El círculo rojo (1970) 

A las 18.30 hs
El ejército de las sombras (1969)

Lunes 30 y Martes 1º de mayo
No hay funciones 

Miércoles 2 de mayo
A las 14 hs
In the mood for Melville (Francia, 2017)
Film sobre el realizador, dirigido por Benjamin Clavel
A las 16.30 hs (Duración total: 105')
24 horas en la vida de un payaso (1946)
El silencio del mar (1949)
A las 19 hs
Un cura (Léon Morin, prêtre, 1961) 

Las localidades podrán adquirirse personalmente, el día de la función, en las boleterías ubicadas en el Teatro San Martín (Av. Corrientes 1530). El precio de las localidades es de 40 pesos (20 para estudiantes y jubilados). Para conocer más detalles sobre las pelìculas programadas, pueden consultar el sitio web del Teatro.

sábado, 21 de abril de 2018

Todo lo que está delante nuestro


"Tiempo atrás, cuando mis películas no eran tan conocidas, solía encontrarme con gente que me decía ‘Tu película me puso nervioso porque no pasa absolutamente nada, pero me quedé hasta el final y estoy muy contento, porque creo que es diferente a todo lo que vi antes. Es como si no fuera cine en el sentido que suelo entenderlo’. Generalmente, mi respuesta a esas inquietudes era que lo mejor era salir de la sala y comenzar a mirar de manera diferente todo lo que está delante nuestro. Esa es una gran responsabilidad que me pone muy feliz. No quiero predicarle a la gente o decirle qué debe pensar; pero sí que piensen."

James Benning  
En una entrevista publicada en el diario Página/12. Ir al texto completo.

La imagen pertenece al más reciente film de Benning presentado en el Bafici, L. Cohen (o De cómo estar precisamente donde hay que estar para poder eternizar la magia). 

jueves, 19 de abril de 2018

20º BAFICI - Soy lo que quise ser. Historia de un joven de 90


Soy lo que quise ser. Historia de un joven de 90  
(Argentina, 2018)
Dirección: Betina Casanova y Mariana Scarone
Sección: Películas sobre películas


Dora Baret se muestra nerviosa y arrobada al hablar de José Martínez Suárez. La actriz confiesa que, cuando era joven, él siempre lograba cohibirla. Minutos después ambos comparten un café mientras recuerdan el rodaje de Dar la cara y se dicen algunas cosas al oído. Algún secreto. Los personajes tienen una cita claramente fabricada para el film (y hasta quizás escrita y ensayada) pero todo fluye con una naturalidad notable. Las manos se rozan y la enunciación elige allí, por unos instantes, la cámara lenta. La decisión de estilo justa en el momento exacto, para dejar que la escena respire y cobre vuelo propio. Parece simple pero no lo es, mucho menos en una era del documental -la actual- en donde el director suele sucumbir a la tentación del propio exhibicionismo. Aquí llegamos a escuchar las voces de las realizadoras y también vemos sus cuerpos en el plano, pero sus presencias se asoman desde la discreción, desde la humildad de quien quiere aprender a hacer. Porque ante un maestro de este calibre ellas no pueden ser otra cosa que alumnas, y así es como Betina Casanova y Mariana Scarone encararon el desarrollo de este documental biográfico. Con la enorme ventaja, claro, de tener en su centro a un orador generoso y memorioso como pocos. Y pícaro como ninguno.

Martínez Suárez podría sentarse a contar una anécdota tras otra frente una cámara estática y uno como espectador quedaría, probablemente, muy satisfecho. Pero la película gratifica todavía más porque no se limita a ser una colección de testimonios ni un previsible relevamiento cronológico de la obra del artista. Entramos en el documental y a la vez nos colamos en su backstage, un pacto que ya desde el inicio inspira una genuina complicidad con el personaje: Martínez Suárez guiña el ojo y sabemos que la vamos a pasar genial. Junto a esos juegos en el detrás de escena, el film se apoya en otra columna narrativa, que muestra al director como coordinador de una orquesta en búsqueda de la fusión perfecta entre Nino Rota y el tango. Y luego está todo lo demás: su infancia en Villa Cañás, la cinefilia, sus comienzos en la industria, sus películas, sus amigos, su familia, su tarea como docente. El film contiene todo lo que esperamos conocer sobre su protagonista, en un relato compaginado con sutileza y lucidez. Es curioso que esta película no se haya presentado en el Festival de Cine de Mar del Plata, tan ligado al realizador de El crack. La vimos en el Bafici. Y fue una sorpresa.   

viernes, 13 de abril de 2018

20º BAFICI - Becoming Cary Grant


Becoming Cary Grant (Francia, 2017)
Dirección: Mark Kidel
Sección: Películas sobre películas

Cary Grant se casó cuatro o cinco veces. ¿O fueron seis? Cuesta llevar la cuenta mientras vemos la película. Grant siempre tuvo serios problemas para vincularse con las mujeres y por eso postergó su deseo de formar una familia, pero recién pudo comprender el origen del trauma cuando se sometió a un tratamiento con LSD que le permitió acceder a los rincones sellados de su inconsciente. En los años ’50, la aplicación de esta droga en la terapia psicoanalítica era un ejercicio legal. Para el actor fueron casi cien sesiones de psicodélicas revelaciones, una experiencia bisagra que él describió en una autobiografía no publicada y que funciona como disparador narrativo de este documental firmado por Mark Kidel. El relato se construye a partir una escisión. Una subjetividad en fuga. Un muchachito herido que no lograba reconocerse en ese galán de carisma descomunal que habitaba en la pantalla. Un hombre partido, que creció en un hogar triste y muy pobre en la ciudad inglesa de Bristol, y llegó a ser una de las estrellas más refulgentes y unánimemente adoradas del Hollywood clásico.


Jonathan Pryce presta su templada voz para que el espectador pueda sentir las memorias de Grant con la cercanía del relato en primera persona. Al mismo tiempo, el film incluye una serie de grabaciones caseras que el actor registró con su cámara portátil a lo largo de su vida, material de archivo inédito que da cuenta de una mirada activa y curiosa. Tenemos también los testimonios -típicos del género- de figuras que lo conocieron, aunque no son muchos en este caso, dado que en general sus contemporáneos ya fallecieron. Su última esposa y su única hija aportan sus semblanzas, y se intuye que fueron ellas quienes le cedieron los escritos autobiográficos y las filmaciones hogareñas a la producción del film. Y me pregunto -especulación mía, aclaro- si este pacto con la familia podría ser el motivo por el cual la película prefiere no decir nada sobre las relaciones íntimas que el actor mantuvo con otros hombres (muchos testigos han confirmado que este hecho no era simplemente un rumor). Esta omisión fue lo que varias críticas le reprocharon a Becoming Cary Grant, ya que la película parece no querer (o no poder) hacerse cargo de la cuestión homosexual, actitud que resulta extraña en una obra que desde el comienzo se propone como una indagación sincera en la psicología del personaje. Más allá de esta omisión, lo que fracasa en el film es justamente la zona biográfica que el director más se empeña en ilustrar: todo lo referido a la terapia lisérgica se expone de forma rudimentaria, con innecesarias “escenas de reconstrucción” fuera de foco que pretenden simular a un Grant inquieto en el diván del analista, junto a una reiteración de ideas que se atoran en un freudismo elemental.

Sin embargo, y pese a todo, el aura sabe imponer con orgullo su perdurabilidad. Por eso todo digno documental de montaje -y más aún si es un documental cinéfilo- puede compensar sus carencias cuando decide mostrar fragmentos de las películas a cargo del personaje homenajeado. Mark Kidel cumple con la promesa e incorpora delicias imperecederas de Hawks, de Cukor, de Stevens, de Hitchcock, además de sumar imágenes preciosas del actor en sus inicios como acróbata o de sus días como padre. Y entonces sí, el goce. Esa elegancia arrolladora. Ese cuerpo elástico que a veces jugaba a ser torpe. Esa boca pícara. Esos ojos que fascinan cuando miran de reojo. Esa especie de magia. Y esa resolución irrebatible a la hora de besar… No. No busquen comparaciones ni herederos en el cine actual. De esos besos ya no quedan más.


Becoming Cary Grant vuelve a proyectarse el sábado 21 de abril, a las 17, y el domingo 22 de abril, a las 12.30, ambas funciones en el Village Recoleta.