lunes, 19 de agosto de 2019

Cuando falta la potencia subjetiva...


Por Franco “Bifo” Berardi*

La posibilidad de una liberación de las energías intelectuales y técnicas de la sociedad del paradigma de la acumulación sigue existiendo. Esta posibilitad se encuentra inscripta en el conocimiento y en la creatividad de millones de trabajadores cognitivos dispersos en el mundo, pero vinculados por la red. Consiste en la liberación del tiempo de vida del vínculo con el trabajo asalariado, y la reactivación de las energías afectivas e intelectuales al servicio de la sociedad. Pero falta la potencia subjetiva para actualizar esta posibilidad. Y nadie puede remplazar esta potencia subjetiva, esta solidaridad social. No lo puede lograr la política. Me parece que la política no está a la altura del problema actual. La política es una técnica –o un arte si quieres– que se consolida en la Modernidad gracias a condiciones particulares del sistema comunicacional, que se manifiestan en la facultad de la crítica, de la razón discriminante. Estas condiciones se disolvieron. La razón crítica no es un estado natural de la raza humana, es una modalidad de elaboración que se hizo posible cuando el sistema comunicacional (la prensa, el libro, la formación de una burguesía urbana) lo permitió. La tempestad de mierda que se alimenta de la tecnología en red no permite la formación de la razón crítica, no permite la democracia como actuación libre, voluntaria y eficaz. No creo que exista una salida política a la situación actual, no hay salida democrática de la barbarie nacionalista. La salida –si la hay– la encontraremos en la práctica psicoterapéutica y en la práctica artística: en la reactivación del cuerpo erótico del conocimiento, en el matrimonio del ingeniero con el poeta.

*Fragmento de una entrevista publicada en el diario Clarín. (16/08/19)

La imagen pertenece a la película Código desconocido (Code inconnu), dirigida por Michael Haneke.

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