domingo, 20 de diciembre de 2015

El mal y lo visual


"El mal, mucho más que el bien, está basado en lo visual. Cuando uno trata de describir la bondad es difícil crear buenas imágenes. Lo que es visiblemente bueno se vuelve fácilmente banal. Dejas que un rayo de sol incida sobre una persona o situación y lo único que consigues es una imagen trivial y patética." 

Lars von Trier
(Citado por Jack Stevenson en su libro Lars von Trier - Ed. Paidós).

En la imagen: la flamante versión del Macbeth de Shakespeare dirigida por Justin Kurzel, película irregular aunque con los suficientes atractivos como para ofrecer una buena experiencia (si tienen la posibilidad de verla en sala, háganlo).

2 comentarios:

mge dijo...

Yo me sigo extrañando de esa capacidad que tenemos para sufrir (bueno, y para sentir en general) incluso sabiendo lo que va a pasar.

Banco a Kurzel. No es fácil filmar Macbeth después de Welles, Kurosawa, Polanski... Se animó y lo hizo bastante bien.


Caro dijo...

Hola, Martín,

Justamente creo que en este caso ayuda mucho conocer de antemano la trama. La principal ventaja es que permite prestar atención a los diálogos y disfrutarlos en su concepción literaria original, lo cual ya implica un esfuerzo, pero al menos no estamos obligados a descifrarlos en cada escena para deducir de ellos el conflicto central. Quizás Kurzel haya contado con esta premisa sabiendo que estamos ante un clásico de clásicos, aunque es cierto que las grandes películas deberían valerse por sí mismas, ¿no?

El abordaje del director es particularmente macabro. Aun cuando la extrema estilización pueda provocar distanciamientos intermitentes, uno sufre igual, si es que estamos enganchados con la historia. Si no entrás en la propuesta, aunque sea un poquito, es comprensible que todo el film se vea como una ostentosa fiesta de barroquismo posmo (como le sucedió a varios críticos). Creo que los problemas del guión aparecen sobre todo al inicio, ya que casi no hay graduación dramática entre la profecía de las brujas y el deseo/plan enunciado por Lady Macbeth a través de su plegaria criminal. Se me hizo demasiado automático y hasta confuso. Así y todo me parece que la puesta en escena logra buenos momentos, siempre a un nivel exploratorio, casi como tanteando qué se puede hacer. Porque uno siente que a Shakespeare todo le luce extraño, o que todo se queda en la orilla de la representación. Todo es demasiado grande o demasiado pequeño… ¿cómo estar a la altura de las circunstancias? No sé.

"Macbeth" tiene una fuerza implacable en su núcleo existencial, perfecta síntesis de lo que hace a lo humano: la pregunta por lo humano. ¿Qué nos define exactamente? ¿La culpa? ¿El deseo de poder? ¿La violencia inextirpable? ¿O el hecho de querer ser, justamente, más que humanos? Kurzel me permitió volver sobre Shakespeare y su genio, una vez más. No es una gran película. Es solo una aproximación más. Y es muy válida.

Saludos y gracias por comentar. ¡Felicidades!