Por Luis Gruss*
Degradamos la lista de cosas que nos
sostienen. Son pocas y encima les quitamos valor. Erróneamente
suponemos que dos o tres salvavidas no alcanzarán. Pensamos que cien
o doscientos serían necesarios para empezar a arrastrarnos desde el
centro embravecido del mar hasta la tierra firme y segura. Dos o tres
no es nada, decimos. Diez tampoco. Deben ser cien o doscientos como
mínimo. Porque si no -pensamos también- caeremos junto al puente y
a todo lo demás. Así no hay ni habrá salvación posible.
Degradamos la lista de cosas que nos rescatan. ¿Para qué más? A
veces un barco basta.
*Texto publicado en su blog “Suspendé el viaje”. (Link).
La imagen pertenece al film Under electric clouds (Pod elektricheskimi oblakami), dirigido por Aleksey German.
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