domingo, 14 de junio de 2015

Sergio Renán (1933-2015)

 

Laura: ¿Y si ahora empezáramos a hacernos mal? ¿Si empezáramos a ser desgraciados?

Martín: Yo no puedo perder. Para mí es mejor sufrir que estar viviendo como estoy ahora. Pero usted es tan joven. Usted podría pasar por alto este episodio.

Laura: No. Me parece que ya no podría.

 
Héctor Alterio y Ana María Picchio en La tregua

5 comentarios:

Néstor Stelluto dijo...

Bella película ! Él no fue un gran director de imágenes, el talento de Renán radicaba en crear climas únicos !

Caro dijo...

Hola, Néstor.

Es cierto lo que decís, y La Tregua es un claro ejemplo (el sábado tuve ganas de verla). En su estilo transparente Renán quizás no haya logrado construir una “grámatica” que se destacara particularmente. Sin embargo, la película tiene momentos inolvidables, con muchos diálogos que cobran cuerpo y “respiran” porque el relato le destina los minutos necesarios, como la primera caminata de Alterio y Picchio, su primer café juntos (donde queda sellado el noviazgo), o el encuentro entre Alterio y el propio Renán, que interpreta a un amigo del hijo (Oscar Martínez). Por otro lado, Renán sabe capturar la belleza de una Buena Aires que luce melancólica y reconocible sin caer nunca en la mecánica costumbrista. Y además hay un montón de detalles en donde uno intuye que el cineasta fue muy consciente de aquellos rasgos de época que con el tiempo llegarían a delatar su carácter efímero. Uno de los ejemplos es la escena que ilustra la captura del post: Alterio llega a un bar en donde Picchio ya está sentada, tomando algo. “¿Qué tomás?”, pregunta el hombre. Y ella responde: “Vascolet”.

Saludos y gracias por comentar.

Néstor Stelluto dijo...

Gracias Caro por la respuesta !
Sin duda LA TREGUA es una película que acapara toda la atención, por la enorme dimensión que tuvo en su momento (a todo nivel). Pero toda la obra de Renán, con sus más y sus menos, es muy interesante.
A mi me gusta mucho SENTIMENTAL (1981) Muy buen policial ! Y fundamentalmente CRECER DE GOLPE (1977). Hermosísima película, atravesada por una melancolía muy particular, inclusive en sus momentos mas festivos.
En mi caso tuve la suerte de verla en el año de su estreno comercial, yo tenía la misma edad de Milo (Julio César Ludueña) el niño protagonista de la trama. Y al igual que él tomé conciencia de lo que significaba la muerte.

Néstor Stelluto dijo...

¡Que bueno hubiera sido ver mas comentarios en este espacio sobre la obra de Renan ! Y no solamente el tuyo y el mio. A veces noto cierto snobismo en la gente al mirar siempre lo de afuera y darle poca o ninguna importancia a lo nuestro. No importa que hubiera sido a favor o en contra, lo mas penoso es la indiferencia. En fin...son opiniones !

Aunque no siempre estoy de acuerdo con tus criticas, soy seguidor de tu Blog y muchas veces comparto tus publicaciones en mi Facebook. Es mas te sigo desde la época en que eras columnista en El refugio de la cultura (el programa radial de Osvaldo Quiroga)

Un abrazo y todo lo mejor para el año que comienza !!

Caro dijo...

Néstor: Muchas gracias por el comentario y por el recuerdo de aquellos inolvidables años en la radio. Ojalá tengas un año excelente.