jueves, 6 de enero de 2011

Cuando el pasado reclama sus derechos


"Para Benjamin, la relación con el pasado, con esos tiempos pretéritos que han quedado a nuestras espaldas, es siempre una relación de actualización. Implica una interpelación directa, compleja, crítica que el presente le hace al pasado. El pasado se escenifica, se actualiza, se vuelve a inventar como pasado en el interior de las demandas, de las interpelaciones, de las interrogaciones que el presente se hace a sí mismo. No hay un pasado objetivo, neutro, no hay un pasado acontecido que se guarde y pueda ser reconstruido desde la mirada totalizadora del historiador. El historiador hace 'política' con el pasado. El historiador atraviesa desde su propia subjetividad la condición efectivamente existente del pasado, no para volver al pasado una pieza subjetiva, una pura recreación ideal, un juego de imaginación que es apenas ludismo sin intenciones. El concepto de apropiación del pasado en Benjamin supone también respetar la materialidad que guarda esa época a la que se cita, lo que podría denominarse 'la verdad de lo acontecido'; pero sabiendo que no hay relación con el pasado que no implique un gesto constructivo que el propio presente realiza en su viaje hacia los tiempos pretéritos. De la misma manera que el presente define nuestra sensibilidad interpretativa a la hora de dirigirnos hacia lo acontecido, el pasado sigue y seguirá reclamando sus derechos; a veces lo hará de un modo manifiesto, otras dejando tenues señales en los pasadizos más recónditos de la memoria o guareciéndose en los pliegues, muchas veces inescrutables y secretos, del inconsciente."

Ricardo Forster
En Benjamin, una introducción. (Editorial Quadrata, Buenos Aires)

La imagen pertenece al film Of time and the city, el bello relato autobiográfico de Terence Davies.

2 comentarios:

razondelgusto dijo...

Qué claridad la de Foster para expresar el difícil diálogo entre pasado y presente, sobre todo en el cine.
Anoche vimos "Vincere", proyectada en la pared blanca de mi jardín. Fue un momento mágico, especialmente cuando nos sentimos como los locos del manicomio emocionándonos con "El pibe".
Con mis amigos nos quedamos pensando en que parecían más "ficción" los discursos del Duce, esos magníficos fragmentos documentales incrustados como joyas en la película, que la película de Bellochio que nos toma de las narices y nos hace creer esa historia tan trágica.De amor, de locura y de muerte.
El cine construyendo nuestra imagen de la historia. El nacimiento del cine y su potente uso en los movimientos de masa.
Coincido con vos en tu "Top ten", le diste a esta película el lugar que se merece junto a "La cinta blanca".
¡Feliz año nuevo, Carolina, y sigamos disfrutando del cine en vacaciones!

Caro dijo...

Hola, Eleonora.

Precisamente, "La cinta blanca" y "Vincere" calzan justo en la idea de la Historia que propone Benjamin.

¡Feliz año para vos!