domingo, 15 de agosto de 2010

The Broken, de Sean Ellis

Me alcanzó esta imagen para sentir ganas de ver la película, de la que nada sabía. Estaba navegando en Internet a la pesca de cierta información cuando me topé con un Richard Jenkins serio y fracturado, que me remitió a aquella tremenda escena sobre el final de El hombre equivocado en la que Henry Fonda es atacado por su mujer. Así que busqué The Broken, sin imaginar que toda la película, de punta a punta, me sometería a la rutina de recordar otras películas. Lástima que no se trate de un sabio juego de alusiones para deleite del amante del género, sino de un flagrante saqueo a cuatro manos que intenta vestirse de gala. El film no tiene demasiado valor per se, y sin embargo aquí me hallo dedicándole unas líneas. Será porque el relato, además de ser ladrón, es abiertamente mezquino a la hora de explicar el porqué del conflicto, y a uno no le queda otra opción que rellenar los profusos baches de la trama, o incluso inventarla.

The Broken se estrenó en dvd en Argentina con el título El espejo roto. La acción está ambientada en Londres, en donde una joven médica (Lena Headey) un día vive la escalofriante experiencia de cruzarse con su doble. O sea: la protagonista observa cómo su auto es conducido por una mujer idéntica a ella. Gina -tal el nombre de la chica- sigue a su doppelgänger por las calles de la ciudad y llega a un departamento. Corte de montaje y la vemos en pleno accidente de tránsito, del que sale prácticamente ilesa. Empiezan las rarezas, con su pareja, con su familia, con los flashes confusos de esa otra mujer tan parecida a ella.

Mucho golpe de sonido, mucha edición manipuladora, muchas pesadillas y mucho despertar (¡era solo un sueño!). Lo que al inicio era un seductor film de atmósferas se convierte de a poco en una cadena de trampas. Mientras tanto, los espejos se rompen y aquel que ayer era tu novio hoy te mira muy feo. El mecanismo general se asemeja al de Body Snatchers, aunque hay muchas referencias más, mezcladas en arbitrario licuado. (De paso, quien interpreta al novio de la protagonista es nada menos que Melvil Poupad, rostro de Rohmer, de Ozon y de Desplechin, y el que hace de psiquiatra es el danés Ulrich Thomsen, aún recordado como el hermano mayor de La celebración. Dos actores de talla para personajes nimios, a los que se suma Richard Jenkins luego de enamorarnos en The Visitor).

Director y autor del guión, Sean Ellis montó un andamiaje de terror de qualité para dejarnos apenas en el borde del misterio real, como si a la película le faltara una segunda parte. (No sigan leyendo si piensan verla). ¿Acaso se trata de una rebelión en masa de nuestros otros yo? ¿Qué justifica que lo hagan? El film, por supuesto, no aporta ningún contexto, cuando lo que resultaba más interesante en The Broken era explorar la lógica de los otros, esa parte nuestra que ya no tolera estar acorralada en un espejo. El tema del doble es inagotable, justamente porque su fuente es el inaprensible inconciente. El espejo nos devuelve nuestra cara, pero está invertida, no es la cara que ven los demás. Esta es una paradoja aterradora, imposible de quebrar. Desde hace unas horas me persigue una hipótesis: quizás todos los seres siniestros que circulan o circularon por el mundo rompieron alguna vez un espejo. También uno mismo, por qué no. (Yo no recuerdo haberlo hecho, o al menos eso quiero creer...
)



El espejo roto
(The Broken. Inglaterra/Francia, 2008)
Dirección: Sean Ellis
Editado en dvd por SP Films.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hola !

me gusta tu blog !!


la película no la vi pero habiendo leído tu texto al respecto lo interesante es que te hizo reflexionar bastante , el afiche me hizo acordar a una imagen asociada a un texto que versaba sobre la esquizofrenia , vaya a saber si el doble que vio la mujer era su doble o alguien en que ella se vio reflejada , mmm los seres siniestros lo son antes o después de romper sus espejos ?
esos espejos son otros seres y en el "romper"los está implícito lo siniestro ?

no sé si en los demás sólo vemos invertidos a los demás o nos vemos a nosotros en negativo , positivo o potencial , creo que lo primero es el principio de una autolimitación simplista , que suele ser nefasta , ver lo malo en los demás , para no verlo dentro nuestro , quizás por eso vos no recordás haber roto tu espejo , solemos negar haber roto algo , por temor al castigo , no?


besos , Jorge !!

Caro dijo...

Hola, Jorge,

¡Gracias por tus comentarios!

En cuanto a The Broken, por cierto la película genera todos esos interrogantes que comentás. Como dije, el guión no se juega demasiado por ninguna idea concreta, y no nos ofrece mucha tela para cortar.

Ahora, si te trata de especular de manera más "psicoanalítica", o de tantear cómo nos sentimos nosotros frente al espejo, entonces sí puede resultar útil verla.

Un abrazo,
Caro