jueves, 1 de octubre de 2009

Hay hombres que nunca partirán

Hay hombres que nunca partirán,
y se les ve en los ojos,
pues uno recuerda sus ojos muchos años después de que han
partido.

Pueden estar lejanos,
pueden aparecer a medianoche
(si están muertos)
y jugar a que viven.
Pero siempre, con la desolación de su ausencia,
uno comprende que no han vivido en vano,
y que su esperanza
es la única esperanza digna de ser vivida.

Y los hombres que nunca partirán
suelen no aparecer en los periódicos,
no se habla de ellos en las radios,
su imagen no gesticula en la televisión:
no son gente importante,
no circulan entre las altas esferas.

Son aquellos
que aceptaron el sufrimiento
y lo hicieron suyo para la salvación de otros hombres
sin decir una sola palabra:
pero dejaron abiertos, bien abiertos sus ojos
para que nunca los olvidemos cuando ellos hayan partido.

Miguel Arteche Salinas

La imagen pertenece a Liverpool, inquietante film dirigido por Lisandro Alonso.

3 comentarios:

Andrea dijo...

Miro esos ojos de lunes a sábados...

mge dijo...

De pronto recordé que me debo Liverpool. Se agradece el recordatorio.

Caro dijo...

Andrea: tu mensaje me dejó con intriga. Y veo que tenés un flamante blog, así que ¡mucha suerte!.

Martín: "Liverpool" es muy rara, como todo Alonso. Pero intuyo que es de las tuyas. Un abrazo.