miércoles, 30 de septiembre de 2009

Me tomo cinco minutos...

"Tomó el té con la cucharita, como si fuera un remedio, y sintió que la ira declinaba, la pereza de la vida siempre ganando la partida, cortándole las alas al más imaginativo de los odios”.

Inés Fernández Moreno
(en su cuento “Plomero”)

En imagen: la sublime Kati Outinen en el film
La chica de la fábrica de fósforos (Tulitikkutehtaan tyttö),
del finlandés Aki Kaurismäki.

lunes, 28 de septiembre de 2009

La Nouvelle Vague cumple 50 años

Antes de la Nouvelle Vague: Clásicos y Modernos
Del martes 29 de septiembre al martes 13 de octubre, en la Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín

“Cincuenta años atrás –explican los programadores en la gacetilla del ciclo- el Festival de Cannes de 1959 marcó el nacimiento oficial de la nouvelle vague, con la presentación simultánea de Los cuatrocientos golpes, de François Truffaut, e Hiroshima mon amour, de Alain Resnais. Y ese mismo año se les sumaría otro film clave de la época, Sin aliento, de Jean-Luc Godard. Desde las páginas de la legendaria revista Cahiers du Cinéma, tanto Truffaut como Godard habían atacado severamente al cine anterior, particularmente en el polémico artículo Una cierta tendencia del cine francés, en el que Truffaut denunciaba la falaz “tradición de calidad” de sus acartonadas adaptaciones literarias.

Pero la nouvelle vague también supo aplicar la “teoría del autor” al mejor cine francés y encontrar su propia filiación en la obra de Jean Renoir, Jacques Becker, Robert Bresson, Sacha Guitry, Henri-Georges Clouzot y Jean-Pierre Melville, entre otros grandes cineastas que los antecedieron. Este ciclo recupera esos antecedentes fundamentales y los pone en perspectiva con el movimiento que cambió para siempre la concepción del cine moderno”.

El jugosísimo ciclo está integrado por 23 películas. Desde aquí recomendamos todas: pasen y vean.

En la imagen: Les diaboliques (1955), de Henri-Georges Clouzot

La segunda opción


“Es tremendo pretender que la segunda opción es la primera opción. Pretender que no necesitas amor, cuando lo necesitas, o pretender que te agrada tu trabajo cuando en el fondo sabes que eres capaz de más.”

Doris Lessing

domingo, 27 de septiembre de 2009

Chocolatín y Olimpo

Por Rodrigo Tarruella *

Hay dos tendencias extremas -simetría de errores- en la valorización del cine. Una está necesitada de la otra. La estética del chocolatín, o del kiosco de golosinas, se basa en el “a mí lo único que me importa es si me gusta o no”, acompañado de “todo el mundo tiene derecho a opinar” o “es mi opinión contra la tuya”. Esta concepción autista y privatizada del mundo comparte el relativismo hipócrita del capitalismo liberal y auspicia la detención del crecimiento y el quedarse en la infancia. Estos niños-salvajes del hedonismo posmo son los primeros en concurrir -desesperadamente- a las ceremonias de los libros y films impuestos por presiones sociales, marketing y modas. La otra tendencia es la del Olimpo de los Clásicos. Esta falacia consiste en erigir altares de sacrificio obligatorio. Sus cultores practican con ferocidad sectaria la adoración dependiente y escindida de un Panteón cerrado. Esta ilusión fabrica una entelequia (autoritaria) de autoridades que excluye sujeto, experiencia e intereses personales. Tanto chocolatineros como olímpicos siguen empeñados en contemplar sus egos.


* Extracto del artículo “Fragmentos sobre estética y cine” que integra el libro Jugar (la luz de otra cosa). Textos críticos de Rodrigo Tarruella, editado por el Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires (Marzo 2009).

viernes, 25 de septiembre de 2009

Lynch en televisión

No es posible pasar por esta vida sin sentir sobre la piel las dulces radiaciones de un film de David Lynch. Hace un par de años comenté Imperio (Inland Empire), pero luego de otras visiones debo decir que esa reseña sólo es fiel a la primera impresión. Y sabemos perfectamente que Lynch no filma sus películas para que las veamos una sola vez. Como todo genio, él está más allá del presente del cine: todavía no se han inventado las categorías capaces de describir con justicia su maravillosa obra.

Mañana, sábado 26 de septiembre a las 22, Canal 7 emitirá Imperio, último largometraje del director estrenado en el país. En el ciclo Versión Original, con conducción de Inés Estévez.

Anímense. Sumérjanse. Teman. Cúlpense. Gocen.
Lynch hace cine con aquello que no queremos asumir de nosotros: las contradicciones, las pulsiones básicas, la oscuridad.


"¿Cómo definiría a un artista?

Lynch: Como alguien que crea experiencias, para él y para otros. Es como un espectro. Hacer algo nuevo es como dar vida. Todo comienza con una idea, que son como burbujas que se crean y van subiendo. Así puedes atraparlas en un nivel superior, más profundo, con más información, más verdad. Se hace consciente lo inconsciente. En definitiva se trata de ser feliz. Mucha gente hace cosas, pero no para ser feliz sino por la recompensa posterior. Pero las ideas fluyen mejor cuando uno está feliz. *


* En una entrevista publicada por Diego Erlan en la revista Ñ (23-08-07).
Wild Wood

High tide
Mid afternoon
People fly by
in the traffics boom
Knowing
just where you're blowing
Getting to where
you should be going.

Don't let them get you down
Making you feel guilty about
Golden rain will bring you riches
All the good things
you deserve now. (Right now).

Climbing

forever trying
Find your way out
of the wild wild wood
Now there’s no justice
There's only yourself
that you can trust in

Day by day your world fades away
Waiting to feel
all the dreams that say
Golden rain will bring you riches
All the good things
you deserve now
and I say

Climbing

forever trying
You're gonna find your way out
of the wild wild wood
Said you're gonna find you way out
of the wild wild wood.

Paul Weller


(Link al video)

martes, 22 de septiembre de 2009

Equívocos

"Yo pensaba que sería una cuestión de tiempo, de madurez. Pero el sentimiento de incertidumbre y provisionalidad me ha seguido acompañando en cada sitio donde he estado, en cada cosa que he hecho. Cobra otras dimensiones con el paso de los años. De joven tenía una idea más heroica de la vocación literaria, que convertía cada libro nuevo en una especie de fatalidad, el fruto de un arrebato cuya misma vehemencia era su justificación y de algún modo excluía la posibilidad del error. Ahora sé que ni el esfuerzo de los cinco sentidos ni la disciplina ni la convicción ni la experiencia bastan muchas veces para salvarlo a uno de la equivocación, y que se puede fracasar y tener éxito al mismo tiempo, y que el significado de cada una de esas dos palabras puede ser tan tramposo, tan equívoco, que más vale no usarlas".

Antonio Muñoz Molina

Fragmento de un bello artículo publicado en el diario Crítica (21/09/09). Ir al texto completo.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Hoy


Uno no escoge

Uno no escoge el país donde nace;
pero ama el país donde ha nacido.

Uno no escoge el tiempo para venir al mundo;
pero debe dejar huella de su tiempo.

Nadie puede evadir su responsabilidad.
Nadie puede taparse los ojos, los oídos,
enmudecer y cortarse las manos.

Todos tenemos un deber de amor que cumplir,
una historia que nacer
una meta que alcanzar.

No escogimos el momento para venir al mundo:
Ahora podemos hacer el mundo
en que nacerá y crecerá
la semilla que trajimos con nosotros.

Gioconda Belli

Quién te dice...
quizás hoy sea el comienzo
de lo más importante.
¡Feliz primavera!

domingo, 20 de septiembre de 2009

Obra y muerte de un documentalista

Dyin’ la vida loca

Por Ángel Berlanga *

Christian Poveda era un fotógrafo y documentalista que había cubierto conflictos en medio mundo cuando decidió filmar sobre uno de los fenómenos sociales más dolorosos y violentos de América latina: las maras de El Salvador, esas pandillas de jóvenes y niños, nacidas de la guerra civil, que llevan más de una década matándose día tras día. Pocos días antes del estreno de La vida loca, sin embargo, Poveda apareció asesinado.

(Fragmento)

A comienzos de los ’80, como consecuencia de la guerra civil entre las fuerzas armadas gubernamentales y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, unos 200.000 salvadoreños se refugiaron en Estados Unidos, la mayoría en Los Angeles. "Cayeron en barrios de pandillas chicanas, bastante tradicionales ahí –relataba Poveda–. Y muchos ex integrantes de los escuadrones de la muerte y desertores del ejército y la guerrilla salvadoreños, gente con experiencia militar, se organizaron e hicieron una pandilla, en principio para defenderse. Y poco a poco se convirtieron, allí mismo, en una de las principales. Con los años hubo una pelea entre dos jefes por una mujer: terminaron matándose, los dos. Y entonces se dividieron: quedó la Mara Salvatrucha y hubo un sector que se salió e integra una pandilla chiquita, chicana, que estaba moribunda, y la reactivan. Como estaba localizada en la calle 18 de Los Angeles se llamó así. En 1992, cuando la guerra terminó, Estados Unidos facilitó el regreso de los salvadoreños poniendo a disposición aviones y dinero, pero además abrieron las cárceles y mandaron de vuelta a los jóvenes que estaban presos. Nunca hubo pandillas en El Salvador, pero los que volvieron reconstituyeron las maras y la guerra que llevan entre ellas. Recogieron, además, muchos huérfanos de la guerra. Hoy son unos 15.000, tienen entre 12 y 25 años y siembran el terror en el país."

(...)
"Ellos se consideran guerreros de una tribu –contó en una entrevista que dio a conocer esta semana Radio Educación de México–. Los que no pertenecen a las pandillas son ‘civiles’. Tienen organizaciones muy estrictas, con reglas muy fijas: el que se aparta se la juega. No le dan valor a la vida: la única cosa es sobrevivir el día a día y pelear para la pandilla. La gran mayoría no pasa de los 20. Los más viejos son los que van a la cárcel."

"No creo en esa frase bien gringa que dice born to kill, nacido para matar –seguía Poveda–. Un niño no nace para matar: hay circunstancias que lo llevan a eso. Hay algo grave en esta sociedad, porque no son casos aislados: hay miles y miles. Es un problema que hay que resolver social y políticamente, con perspectivas sobre la relación que puede tener un estado con su juventud, así sean delincuentes. La represión, se ha mostrado, ha fracasado en el mundo entero." Luego de muchos años de gobiernos de derecha, en junio pasado asumió la presidencia Mauricio Funes, del FMLN: Poveda se reunió con él. "Le dije: ‘Mira, las reformas, la prevención, la rehabilitación, están bien. Pero si tú no logras una paz entre estas dos pandillas, todo tu trabajo se va a ir para abajo. Han tenido una guerra que duró doce años y terminó con un acuerdo de paz; hoy tienen otra guerra, que tendrá que terminar con otro acuerdo’. Y bueno, en eso estoy trabajando."

* Artículo publicado en el suplemento "Radar", del diario Página/12 (20-09-09). Ir al texto completo. (Los destacados son míos)

"Los que están siempre
de vuelta de todo,
son los que nunca han ido
a ninguna parte".


Antonio Machado

viernes, 18 de septiembre de 2009

Un cuentito de Eduardo Berti

La última mujer

Ella sentía tanto pudor que evitaba desvestirse en su presencia. Un pudor desmedido, observó él. Un pudor que ocultaba, se diría, algún misterio. Por fin le dio la espalda, se quitó la blusa y volteó enseñándole unos senos puntiagudos, aunque cruzando los brazos a la altura del abdomen. "¿Ves?", le dijo sin mirarlo. "Ningún hombre vio antes esto", y le mostró en consecuencia su asombroso cuerpo sin ombligo.

"Cuando nací -contó-, no hizo falta cortar el cordón umbilical. Tiraron de él y mi ombligo se arrancó, limpio y entero, del vientre. Mi padre me puso Eva, como la primera mujer que, al nacer de la costilla de Adán, también carecía de un ombligo. Mi madre se sobresaltó y, en un arranque de superstición, exclamó que si la primera mujer había nacido sin ombligo, ahora yo podía muy bien ser la última. Los médicos rieron de buena gana; aun así, hasta que en el ala contraria no nació la siguiente niña, una incertidumbre (no sé si exagerada) reinó en aquel hospital".

Él escuchó en silencio su relato y se rió de la misma forma que los médicos parteros. Luego recorrió con la lengua el vientre liso. Y la amó como si en efecto fuera la última mujer en la tierra.

Eduardo Berti

La pintura es de Salvador Dalí ("Mujer desnuda").

jueves, 17 de septiembre de 2009

Convergencias

El mediólogo estadounidense Henry Jenkins examina la emergencia de nuevas formas de consumos culturales y colectivos.

Por Federico Kukso (fragmento) *

“ 'Henry Jenkins es el McLuhan del siglo XXI que he estado esperando', llegó a decir de él ni más ni menos que una eminencia cibercultural como Howard Rheingold, el máximo teórico en lo referente a redes sociales y multitudes inteligentes, a la hora de elogiar Convergence Culture: la cultura de la convergencia de los medios de comunicación (2006), uno de los libros de lectura obligatorio para toda persona –productor, espectador o prosumidor– que quiera comprender y no sólo ser bombardeado y aturdido por las tecnologías y medios digitales.

(…)


Acá, allá, en todas partes. Antes, la historia, el argumento de una película podía discurrir en diferentes plataformas. Por ejemplo, libros, cómics, figuritas, repeticiones televisivas a las dos de la madrugada. Pero en realidad se trataba de una misma historia dispersada como un gran eco. Ahora, en cambio, en la “época de la convergencia”, la película es sólo un fragmento de una historia mayor distribuida en libros, series, webisodios, DVD, videojuegos, videos online, juegos de realidad alternativa, wikis, dibujos animados, ad infinitum.

El ejemplo clásico es la saga de películas Matrix (que este año cumplió ¡una década!), un entretenimiento hecho y pensado en la era de la inteligencia colectiva. Es, por empezar, una narración transmediática–o narración sinérgica– que se extiende por varias plataformas; puertas de acceso a un universo mayor (inabarcable, hay que confesar), franquicias que exigen una vinculación emocional, una fidelización extrema.


Sólo los que se internaron en el juego The Matrix Online saben que el 26 de mayo de 2005 Morfeo fue eliminado mientras intentaba recuperar el cuerpo de Neo, arrebatado por las máquinas al final de Matrix Revolutions. O sea: un hecho crucial de la historia no ocurrió en la pantalla grande para un público masivo, sino en un videojuego para un público reducido.


Así, la llamada convergencia que repite una y otra vez este teórico de cara de abuelo más que un proceso tecnológico es un fenómeno cultural que produce que los “prosumidores” (consumidores, “activos mediáticos”, que abandonan su pasividad y producen contenidos, los mezclan, samplean, fusionan) se impliquen emocionalmente de otra manera, hagan suyas las historias, las incorporen a sus vidas y se rodeen de ellas".


* Artículo publicado en el diario Crítica (17-09-09). Ir al texto completo.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Una parcela de aire


Nocturno sin patria

Yo no quiero un cuchillo en manos de la patria.
Ni un cuchillo ni un rifle para nadie:
la tierra es para todos,
como el aire.

Me gustaría tener manos enormes,
violentas y salvajes,
para arrancar fronteras una a una
y dejar de frontera solo el aire.

Que nadie tenga tierra
como tiene traje:
que todos tengan tierra
como tienen el aire.

Cogería las guerras de la punta
y no dejaría una en el paisaje
y abriría la tierra para todos
como si fuera el aire...

Que el aire no es de nadie, nadie, nadie...
Y todos tienen su parcela de aire.

Jorge Debravo

La imagen pertenece al film Tierra sublevada: oro impuro, de Fernando “Pino” Solanas. Más que una película, un deber cívico.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Flash of genius, de Marc Abraham *

Destellos de genio
Flash of genius (EE. UU., 2008)
Dirección: Marc Abraham
Estreno directo a DVD
Editado por AVH

¿Alguien sabe a quién se le ocurrió inventar el cepillo de dientes? ¿O quién diseñó el primer mouse para la computadora, o a quién agradecer la existencia de esa estufa que nos protege del frío? Cada día disponemos –y dependemos– de objetos imprescindibles para nuestra rutina más simple, pero no nos detenemos a pensar que en ese objeto puede concentrarse la vida entera de un hombre que, alguna vez, en algún lugar, entregó cuerpo y alma para desarrollarlo. Un ejemplo: si manejamos un auto un día de lluvia, graduar el ritmo del limpiaparabrisas representa un gesto casi natural, aunque no lo es: ese mecanismo se lo debemos al ingeniero Robert Kearns, protagonista de esta interesantísima película biográfica que acaba de editarse en DVD.

Destellos de genio (Flash of genius) narra la lucha de este hombre –ingeniero, docente universitario, padre de seis hijos– para que su invento y su nombre fueran reconocidos. Porque ocurrió que en 1963, cuando Kearns (Greg Kinnear) difundió su revolucionario limpiaparabrisas, la Ford Motor Company primero accedió a financiarlo para luego robarle la idea de forma flagrante. Humillado, completamente solo frente a una de las empresas más poderosas del mundo, Kearns se embarcó en un proceso legal que duró más de veinte años y que lo terminó alejando de su propia familia.

Más allá de algunos convencionalismos, el director debutante Marc Abraham elige el perfil bajo y evita las fórmulas cerradas: no acude al ciclo éxito-caída-redención que las biopics tanto han desgastado –y esta historia daba tela para esos clisés–, sino que retrata la evolución íntima del personaje con los detalles del entorno, con gestos que dicen más que cualquier diálogo, sobre todo cuando describe la relación de Kearns con su mujer (Lauren Graham) y sus hijos. No hay llantos ni alegatos gritados a los cuatro vientos, sólo una tensión subterránea que crece, mientras los años pasan y las fuerzas ya no son las del comienzo. Es como si el tono del relato estuviera preparando el terreno para el ingreso triunfal de la resignación. Destellos de genio es una verdadera épica sin los ropajes de la épica; eso es lo que la hace diferente.

El gran acierto es tener como puntal a Greg Kinnear (Little Miss Sunshine), la clase de actor que convence con solo pulsar la tecla precisa, sin apelar a las trampas del histrionismo. Esa justeza en la interpretación es lo que convierte al personaje en un sujeto tan fascinante como terrenal, en la línea de aquellos héroes anónimos que al cine clásico le gustaba ponderar. Como el Mr. Smith o el John Doe de Frank Capra, Kearns es un enano que combate gigantes en una sociedad donde todos los valores están invertidos. Si no conserva su dignidad ante las presiones del sistema, ¿cómo podrá mirar a sus hijos a los ojos? No es un dilema nuevo, es cierto. Pero nos separan setenta años de Caballero sin espada y las motivaciones del viejo héroe hoy resultan risueñas. Cuando Kearns alega que “no se trata de una cuestión de dinero sino de lo que está bien y lo que está mal”, lo único que sentimos es nostalgia, como si el argumento de la ética ya no formara parte de los géneros realistas.



* Artículo publicado previamente en el diario Crítica (12-09-09)

Pantalla y vida


“La informática es ya una patria común; el resto, o sea, la moral, se reduce a tener limpia la acera de la casa”.

Manuel Vicent

jueves, 10 de septiembre de 2009

"Si todos van huyendo..."


¿Para qué este deseo de una afecto profundo,
y este afán de ser noble, y esta lucha por ser;
si sólo viviremos un instante en el mundo,
y la vida que aisla, no nos deja querer?

¿Para qué transformar el gemido en un canto,
y aprender en las penas, a dar nuestros consuelos;
si todos van huyendo, sordos por desencanto;
y el hombre perseguido tiene horror de los cielos?

Pedro Miguel Obligado
(fragmento del poema titulado "¿Para qué?")


La imagen pertenece al film argentino El sueño del perro, ópera prima de Paulo Pécora.
Funciones: los viernes a las 22:00 y sábados a las 20:00, en la sala del Malba (Av. Figueroa Alcorta 3415).

martes, 8 de septiembre de 2009

Nacionalidades

“Preferiría que no se analizara mi cine desde la teoría de autor. Ojalá lo vieran como a una película de Pepito Pérez y no partieran de tantas ideas preconcebidas. Eso lleva también al tema de la nacionalidad. De un creador mexicano se espera, o bien que haga cosas naïve -simpáticas, alegres y viva México-, o bien miserabilismo -y entonces puedes ser como Ripstein o como Amores perros y el “qué jodidos estamos”. Pero apenas alguien hace algo un poco más metafísico o abstracto, y ya le dicen: 'Pinche pretencioso, ¿quién se cree?' Si yo fuera ruso, sueco o italiano, tal vez se me toleraría más”.

Carlos Reygadas


Director de las extrañas y fascinantes Japón (2002), Batalla en el cielo (2005) y Luz silenciosa (2007), en una entrevista publicada en el sitio Letras Libres.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Rebeldes y necesarios

Este martes 8 de septiembre comienza un ciclo denominado Eisenstein y sus contemporáneos: una revolución estética, en la Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín (Av. Corrientes 1530). La muestra está integrada por 23 películas, exponentes de la evolución y apogeo del cine político soviético, con centro en la obra del gran Serguei Mijáilovich Eisenstein (1898-1948), de quien se exhibirá su filmografía completa.

Transcribo a continuación un breve fragmento del libro titulado Cine y Revolución, que recopila los testimonios de una docena de cineastas que trabajaron principalmente durante las décadas del 20 y el 30, cuando todos los experimentos, los riesgos y las genialidades no eran más que el producto de eso que hoy tanto escasea: las ganas.


“Era una época sorprendente y maravillosa. El comienzo de un arte revolucionario. Cuando se habla de los años en que empezamos a trabajar, la gente se sorprende mucho por las fechas de nacimiento de casi todos los realizadores y eminentes artistas de aquellos tiempos. Éramos increíblemente jóvenes. Teníamos entre 17 y 18 años al adentrarnos en la vida artística. El fenómeno se explica muy sencillamente: la Revolución había despejado el camino para la juventud. No se debe olvidar que toda una generación había muerto en la guerra civil, se había dispersado por todo el país o había abandonado Rusia. De tal manera que a la República le faltaban dirigentes; le faltaban hombres. (…)

Al buscar nuevos caminos toda la joven generación de artistas soviéticos se volvía hacia lo que se llamaban géneros menores. Aquel ‘arte vil’ que la aristocracia y la burguesía despreciaran en otros tiempos. Es decir, el music-hall, el circo, el cine. A todos los géneros, considerados de ‘mal tono’, la Revolución les había abierto un camino enteramente novedoso, sin estrenar. Y se tornaron particularmente influyentes.”

Serguei Yutkévik

Cine y Revolución. Marcel Martin y Luda y Jean Schnitzer (compiladores). Ediciones De La Flor, Buenos Aires, 1974.

El ciclo Eisenstein y sus contemporáneos contiene una serie de títulos imprescindibles para comprender la riqueza y modernidad de este movimiento cinematográfico. Pero a la hora de recomendar, confieso que mi corazoncito está con Pudovkin y su versión de "La Madre", la insuperable novela de Máximo Gorki.

Martes 15 de septiembre
La madre, de Vsevolod Pudovkin (Mat - URSS, 1926)
A las 14.30, 17, 19.30 y 22

Ir al detalle del ciclo completo

Lo que sigue es una escena de la novela de Gorki, en donde Pelagia (la madre del título) dialoga con una amiga de su hijo, Natacha. La joven acaba de perder a su propia madre.

- Estoy muy triste. No tenía aún cincuenta años, habría podido vivir todavía mucho tiempo. Pero, por otra parte, puede decirse que la muerte le será más leve que la vida. Estaba siempre sola, era una extraña para todos. Nadie la necesitaba, todos temían a mi padre. ¿Es que verdaderamente vivía? Se vive cuando se espera algo bueno, pero ella no tenía nada que esperar, sólo humillaciones.
- Eso es muy cierto, Natacha –dijo la madre, tras un momento de reflexión-. Se vive cuando se espera algo bueno y, si no se espera nada, no es una vida.
Acariciando afectuosamente la mano de la muchacha, añadió:
- ¿Y ahora está usted sola?
- –respondió suavemente Natacha.
- No se preocupe. Cuando se es bueno nunca se está solo, y hay muchas personas que la quieren a usted.

Sólo sé

No sé si me olvidarás,
ni si es amor este miedo;
yo sólo sé que te vas,
yo sólo sé que me quedo.

Andrés Eloy Blanco
(Fragmento del poema “Coplas del amor viajero”)

La imagen pertenece a la película Una pareja perfecta (Un couple parfait), dirigida por Nobuhiro Suwa (tristísima, pero imperdible).

domingo, 6 de septiembre de 2009

Fallar

“A todos -y por supuesto me incluyo- nos resulta muy difícil decir lo que uno quiere decir, cuando lo que uno quiere decir es doloroso. La cosa más difícil del mundo es revelarse uno mismo, expresar lo que uno debe expresar… Como artista, siento que debemos intentar muchas cosas, pero sobre todo debemos atrevernos a fallar. Uno debe tener el valor de ser malo, estar dispuesto a arriesgar todo para realmente expresarlo todo”.

John Cassavetes

jueves, 3 de septiembre de 2009

Dos años remando...

En estos días Morir en Venecia cumple dos años de vida.

La única forma de celebrarlo que se me ocurre es tratar de ir a lo esencial.

¿Me acompañan?

Andrei Tarkovski escribió:

“Lo bello queda oculto a los ojos de aquellos que no buscan la verdad. Precisamente el vacío interior de quien percibe el arte y lo juzga sin estar dispuesto a reflexionar sobre el sentido y la finalidad de la existencia de éste, ese vacío seduce la cuenta y lleva a una fórmula vulgar y simplista, al "¡No gusta! o "¡No interesa!" Un argumento fuerte, pero es el argumento de quien ha nacido ciego e intenta describir un arco iris. Queda absolutamente sordo al padecimiento que sufre un artista para comunicar a los demás la verdad que experimenta en ello. Pero, ¿qué es la verdad?

Una de las características más tristes de nuestro tiempo es, en mi opinión, el hecho de que hoy en día una persona corriente queda definitivamente separada de todo aquello que hace referencia a una reflexión sobre lo bello y lo eterno. La moderna cultura de masas -una civilización de prótesis-, pensada para el "consumidor", mutila las almas, cierra al hombre cada vez más el camino de las cuestiones fundamentales de su existencia, hacia el tomar conciencia de su propia identidad como ser espiritual. Pero el artista no puede, no debe permanecer sordo ante la llamada de la verdad, que es lo único capaz de determinar y disciplinar su voluntad creadora. Sólo así se obtiene la capacidad de transmitir su fe también a otros. Un artista sin esa fe es como un pintor que hubiera nacido ciego”. *

Entonces, me pregunto: ¿cómo se puede sostener la fe en este mundo?

Y Cornelius Castoriadis también se lo pregunta:
"¿Puede existir la creación de obras en una sociedad que no cree en nada y que no valora nada verdadera e incondicionalmente?" **

Y Dany-Robert Dufour respondería:
“No es sorprendente: no valemos nada.

Aprovechemos la situación. Podemos estar tranquilos. En este retiro forzado de hombres destruidos, disponemos, en suma, de una libertad absoluta.

Por mi parte, no estoy de ningún modo decidido a emplear ese tiempo libre en practicar una de las numerosas artes del abandono, sino que opto por emplearlo para tratar de comprender los confines de la nueva ideología que está instaurándose. Desde ya, lo que podemos ver es que, con una apariencia afable y democrática, probablemente sea tan virulenta como las terribles ideologías que se desencadenaron en Occidente durante el siglo XX. En realidad, no es imposible que, después del infierno del nazismo y el terror del comunismo, se perfile hoy una nueva catástrofe histórica. Finalmente, sólo habríamos salido de una para entrar en otra. Pues el liberalismo, como las dos ideologías citadas, también quiere fabricar un hombre nuevo. Hasta ahora, los cambios operados en los grandes campos de la actividad humana –la economía comercial, la economía política, la economía simbólica y la economía psíquica- convergen lo suficiente para indicar que está surgiendo un hombre nuevo, privado de la facultad de juzgar e inducido a gozar sin desear.

Por lo tanto, en mi opinión, no es una hora de optimismo idiota –el del impaciente que se alegra demasiado pronto por la desterritorialización operada por la mercancía y la caída de los dioses- ni tampoco es hora de un pesimismo nostálgico por los tiempos definitivos caducos. El imperativo categórico hoy es el de la resistencia ante el establecimiento del capitalismo total”. ***

Lo dijo George Brassens:
"La única revolución es intentar mejorar uno mismo esperando que los demás también lo hagan".

Repitámoslo una y mil veces, aunque suene a puro clamor romántico: la revolución social sólo será posible si recuperamos el sentido de la ética.

Seguiremos remando.
Muchísimas gracias por estar ahí.

Caro


Fragmentos de:
* Esculpir en el tiempo (ed. Rialp)
** Ventana al caos (ed. Fondo de Cultura Económica)
*** El arte de reducir cabezas (ed. Paidós)