martes, 5 de mayo de 2009

Muy agradablemente hago el amor con ella. De pronto me despierto. Le digo:

- Qué vergüenza. Me dormí.
- Yo también -contesta.
- ¿Seguimos? -le pregunto.
- Pero es claro -me dice.

Estoy en eso cuando realmente despierto y me encuentro en mi cuarto, en mi cama, solo.



Adolfo Bioy Casares ("Descanso de caminantes" - Diarios íntimos)

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