domingo, 19 de abril de 2009

Un mundo volátil

Hoy nos dejó el escritor británico J. G. Ballard.

Lo que sigue es una serie de ideas elegidas de una entrevista realizada al escritor en 2004 por Alfredo Rosso.*


"Tengo 74 años, así que puedo hacer profecías con tranquilidad, convencido de que no voy a estar aquí para ver que se cumplan. Creo que al mundo le espera una época bastante brava. Me preocupa por mis propios hijos y por mis pobres cuatro nietos. Me preocupa mucho. Pienso que les espera un mundo donde todo va a ser bastante azaroso, bastante volátil. Nada será claramente previsible. Yo nací en 1930 y sobreviví a la Segunda Guerra Mundial. Sobreviví a las dos pesadillas mayores que la raza humana haya creado: la Alemania nazi y la Rusia stalinista. Ahora bien, esos dos terribles eventos al menos se discernían claramente. Sabíamos quién era el enemigo, ya fuera de la derecha o de la izquierda."

"Con el colapso del comunismo a principios de los años ’90 y la caída del muro de Berlín entre Europa occidental y oriental, ya no sabemos quién es el enemigo. Incluso un gobierno como el que tiene hoy los Estados Unidos se comporta de una manera casi irracional, por ejemplo con la guerra en Irak. No está consiguiendo lo que se propuso conseguir. Pero ahora, con su reciente reelección, Bush se sentirá respaldado para embarcarse en más aventuras de este tipo, desestabilizando así la totalidad de Medio Oriente, cuando su objetivo original era precisamente lo opuesto: traer estabilidad a la región. Si una organización tan poderosa y llena de gente muy inteligente como el gobierno de Estados Unidos puede comportarse de una manera tan irracional, ¿qué se puede esperar del resto?"

"Creo que los padres enfrentan un mundo difícil, porque los chicos hoy día se ven bombardeados desde una edad muy temprana con una publicidad y un estilo de vida orientados exclusivamente al entretenimiento, donde las decisiones más importantes son qué clase de jeans o qué marca de zapatillas te comprás y cuál es la última moda. Y esto lo viven ya desde los cinco años de edad. Los chicos respiran el aire de esta cultura del entretenimiento y viven en una especie de gran salón de juegos o parque de diversiones, con luces brillantes que los bañan todo el tiempo. Los padres, en este contexto, no tienen ninguna oportunidad. Es muy difícil".

"Hay mucha gente hoy día a la que le gusta estar aislada del resto de la sociedad y que no siente la necesidad de ningún tipo de interacción con sus vecinos. Simplemente les gusta estar solos. No sé, quizás estemos evolucionando hacia un nuevo tipo de comunidad".

* Fragmentos de una entrevista publicada en el blog MundoRosso.

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