domingo, 10 de febrero de 2008

Días de furia, de Paul Schrader

Basado en una novela del escritor norteamaricano Russell Banks, el film Días de furia (Affliction) narra la agonía existencial de Wide Whitehouse (Nick Nolte), un hombre divorciado de 50 años que corre el riesgo de apartar de su lado a su única hija (Brigid Tierney) y a su novia Maggie (Sissy Spacek). Vulnerable, impulsivo, por momentos esquizofrénico, Wade trabaja como policía en un pequeño pueblo en el nevado estado de New Hampshire. Un día un hombre es encontrado muerto luego de una cacería en el lugar y Wade intuye que el hecho es parte de una conspiración. La incógnita dispara un acelerado desmoronamiento de su vida.

Perseguido por difusos temores y culpas en lo psicológico, herido irreversiblemente en lo emocional, Wade no logra superar un trauma que lo acecha desde la niñez y que involucra a su agrio y alcohólico padre (James Coburn). Haciendo foco en esa tortuosa relación, la película se convierte en una áspera parábola moral sobre un hombre común en camino hacia las tinieblas.

El film fue estrenado en 1997 con la firma del notable Paul Schrader, responsable de películas como American Gigoló (1980), Mishima (1984) y Traficantes (1991). Este realizador es principalmente conocido por ser el guionista de esas dos gemas del cine contemporáneo que son Taxi Driver (1976) y El toro salvaje (1980), ambas del gran Martin Scorsese. Tanto estos títulos como Días de furia hablan de la soledad, la pérdida de la fe, la enajenación y la delgada línea entre la cordura y la locura, todos ellos temas predilectos en la obra de Schrader.

La película cuenta además con un elenco implacable. James Coburn fue galardonado con un Oscar al mejor actor de reparto por su perturbadora interpretación del padre de Nick Nolte, quien a su vez fue nominado al premio de la Academia por su trabajo en este film. También hay que destacar las fugaces pero efectivas apariciones de Mary Beth Hurt y Willem Dafoe, quienes encarnan respectivamente a la ex mujer y al hermano menor del protagonista. Todos estos atributos hacen de Días de furia una película imperdible.

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