lunes, 27 de junio de 2016

Semana Bertolucci en Filmoteca

Hoy en "Filmoteca" comienza un ciclo dedicado al realizador italiano Bernardo Bertolucci, en el que podrán verse las mejores películas de la primera década de su carrera. Esta semana las presentaciones del conductor, Fernando Martín Peña, estarán acompañadas por el aporte del Roger A. Koza, excelente crítico de cine, investigador y editor del sitio "Con los ojos abiertos".

La Televisión Pública emite "Filmoteca" todos los días a la medianoche, aunque los horarios de inicio pueden variar entre las 0 hs y la 1. Conviene consultar la página web de canal 7 para confirmarlo. Esta es la programación:
 
Lunes 27 de junio: 
La cosecha estéril (La commare seca, 1962)
Cerca de un parque público, en un pedregal del Tevere romano, aparece el cadáver de una prostituta. Las investigaciones de la policía se centran en el submundo romano de ladrones, proxenetas y otros marginados sociales. Con Gabriella Giorgetti y Giancarlo de Rosa.

Martes 28 de junio: 
Antes de la revolución (Prima della rivoluzione, 1964)
Drama político situado en la Parma de 1962 que narra la historia de Fabrizio, un joven estudiante de 22 años que se encuentra en la difícil situación de poder conciliar, por un lado, el hecho de pertenecer a la burguesía, y por el otro, su intención de militar en el Partido Comunista Italiano. Con Francesco Barilli y Adriana Asti.

Miércoles 29 de junio: 
El doble (Partner, 1968)
Versión libre de un relato homónimo de Dostoievski, el film narra la historia de Jacob, un solitario profesor de teatro que se inventa un doble: una versión de sí mismo más extrovertida. Con Pierre Clémenti, Tina Aumont y Sergio Tofano.

Jueves 30 de junio: 
La estrategia de la araña (La strategia del ragno, 1970)
Basado en el relato “Tema del traidor y del héroe” de Jorge Luis Borges, el film se centra en un joven que regresa a la ciudad donde su padre fue asesinado antes de que él naciera. Con Giulio Brogi y Alida Valli.

Viernes 1º de julio: 
El conformista (Il conformista, 1970)
Marcello Clerici, profesor de filosofía con inclinaciones fascistas, establece contactos con el servicio secreto y está dispuesto a combinar su luna de miel en París con un atentado a un exiliado político italiano. La culpa, el trauma juvenil y la desesperación se entremezclan en este film basado en la novela homónima de Alberto Moravia.

martes, 21 de junio de 2016

Hank


"No memory, no problems".

Hank 

El pulpo fóbico y existencialista de Buscando a Dory,
uno de los grandes personajes del año. 

domingo, 19 de junio de 2016

Fotogenia


"Las mujeres no son, como decía William Burroughs, una especie distinta. Lo que ocurre es que hay muchos más guionistas varones y sigue habiendo cierto machismo y menos papeles femeninos. Sobre todo en los EE.UU., en películas de grandes presupuestos. Y a mí me parece que se pierden un gran tesoro. Pero no hace falta un conocimiento especial, hace falta tener curiosidad. Y nada más. Un padre al cual puede abandonarle un hijo, el dolor ha de ser igualmente inmenso, pero el modo de reaccionar es absolutamente distinto, es más espectacular el de la mujer. Es más dinámico y más cinematográfico. La mujer tiene menos sentido del ridículo para luchar por las cosas que quiere, no teme ponerse en evidencia."

Pedro Almodóvar
En una entrevista publicada ayer en el diario Clarín. (Ir al texto completo). 

La imagen pertenece a Julieta, la nueva de Pedro, que se estrena muy pronto.

martes, 14 de junio de 2016

En el fondo, siempre, la luz...


En una entrada reciente compartíamos la mirada -apocalíptica- del cineasta Lászlo Nemes (El hijo de Saul) respecto del cine digital. Son varios los creadores que lo abordan con precauciones, pero sabemos que los avances tecnológicos están transformando los hábitos con una fuerza imparable, y de allí que la mayoría de los hacedores de cine necesiten adaptarse, pensar cómo pueden exprimir las posibilidades expresivas de los nuevos dispositivos. Café Society, la última película de Woody Allen, representó la primera experiencia del realizador con una cámara digital. Y también fue la primera vez para el director de fotografía, Vittorio Storaro (Apocalipsis Now, Novecento), a quien se puede leer en una extensa y nutritiva entrevista publicada en el sitio web de la asociación ADF (Autores de Fotografía Cinematográfica Argentina). Entre otras cosas, Storaro dice lo siguiente:

“Yo replico que cuando cambiamos el medio, debemos aprender o conocer la nueva tecnología y ésta no resultará necesariamente exactamente lo que esperábamos que fuera o a lo que estuviéramos acostumbrados. Debemos respetarla y tratar de comprender las diferencias: puede ser mejor o peor, pero probablemente sea mejor – aunque seguramente será diferente. Por eso debemos aprender a utilizarla. He escuchado comentarios tales como: 'Se ve demasiado nítido, la profundidad de campo es demasiado grande… extrañamos el grano, las imágenes un poco indefinidas'. Entonces respondo: 'En ese caso pueden utilizar filtros difusores o agregar tramas, etcétera, etcétera… pero no esperen que puedan detener todo el sistema. Disponemos de herramientas para crear los estilos que necesitamos de acuerdo a la historia específica'. Creo que el elemento fundamental es el lenguaje de la luz, utilizando las relaciones apropiadas entre luces y sombras a fin de expresarnos perfectamente con cualquier material. Miren los distintos estilos que tuvo Woody Allen con Sven Nykvist, Gordon Willis, Carlos di Palma, Darius Khondji y yo mismo. Con un equipo similar, historias similares, el mismo director, cada uno de nosotros le agregó su propia sensibilidad y formas de ver para llevar el estilo de las películas por caminos diferentes. Es como un mismo director que trabaja con distintos actores: en mi opinión, debemos seguir nuestra creatividad en la búsqueda de un estilo específico para cada historia siguiendo nuestros propios puntos de vista.”

La imagen pertenece al film Café Society.

martes, 31 de mayo de 2016

Lo mejor del cine argentino reciente, en el Palais de Glace

Cine argentino contemporáneo: una selección (posible). Para el mes de junio el Palais de Glace ha programado un ciclo que reúne algunas de las más atractivas películas argentinas de los últimos dos años, una muestra que permite apreciar la riqueza y diversidad de búsquedas estéticas que caracterizan al cine que hoy se produce en el país. Así lo explica la gacetilla que presenta el ciclo: “Esta es, entonces, nada más y nada menos que una selección (posible) de cine argentino contemporáneo. Ficciones, documentales, cruces de géneros y procedimientos, films realizados por mujeres y hombres con ideas y búsquedas propias. Un ciclo para conocer, redescubrir y discutir nuestro cine a partir del encuentro entre los autores y nuestro público, con la sala como disparadora.” 

Las funciones se realizan los viernes, sábados y domingos a las 19:00, con entrada gratuita. Esta es la programación: 

Viernes 3 de junio 
La sombra, de Javier Olivera (Argentina, 2015, 72')
Interesantísimo ensayo fílmico en el cual el director-narrador registra la demolición de la enorme casa en donde creció junto a su padre, el cineasta Héctor Olivera (La patagonia rebelde). Las imágenes analógicas dialogan con las digitales y reescriben la propia biografía: los vínculos familiares, la vida bajo la dictadura y la figura del padre como prócer del cine nacional. Hay que verla.

Sábado 4 de junio / Domingo 3 de julio 
Mauro, de Hernán Rosselli (Argentina, 2014, 80')
Mauro recorre la ciudad comprando cosas. Cualquier cosa, no importa qué. Porque Mauro es pasador. Y pasador es el nombre con el que se conoce en la calle al que cambia billetes falsos. Mauro se mueve discretamente, siempre solo... hasta que conoce a Paula. Muy recomendada. 

Domingo 5 de junio / Sábado 2 de julio 
Cuerpo de letra, de Julián D'Angiolillo (Argentina, 2015, 76')
Un adolescente aprende a escribir: la palabra tiene que leerse desde la distancia veloz de una autopista. El color se encargará del resto, identificar el nombre pintado en el muro con un partido político. Un agudo documental que narra las rutinas de las cuadrillas especializadas en pintadas por encargo.

Viernes 10 de junio 
Los besos, de Jazmín Carballo (Argentina, 2014, 92')
Un vuelo demorado hace que Jerónimo prolongue su estadía en la ciudad donde está de visita. Allí se reencuentra con Lisa. Tiempo atrás fueron pareja y hoy lo parejo está lejos de sus decisiones. 

Sábado 11 de junio 
El movimiento, de Benjamín Naihstat (Argentina, 2015, 66')
Transcurre durante la primera mitad del siglo XIX, en una tierra inmensa y desolada que ha caído bajo una total anarquía. Diversos grupos de hombres armados atraviesan la infinita pampa exigiendo de los paisanos recursos y sumisión. Los grupos se enfrentan en una tenaz disputa por el dominio del territorio, y sin embargo todos aseguran actuar en nombre del “Movimiento”. 

Domingo 12 de junio / Viernes 1 de julio
Implantación, de Lucía Salas, Fermín Acosta y Sol Bolloqui (Argentina, 2016, 77')
Inaugurado por el gobierno militar de Lanusse y construido bajo el lema “El barrio del año 2000”, Lugano I y II hoy es un lugar repleto de señales y recorridos que sus ideólogos dejaron programados para siempre. La película se mueve entre los fantasmas del pasado y la vida en el presente. 

Viernes 17 de junio 
Generación artificial, de Federico Pintos (Argentina, 2015, 62')
Mirada subjetiva sobre la historia de los Video Jockeys (VJ), con un énfasis nostálgico en la relación entre arte y tecnología. De la mano del pionero VJ Julián Lascano, el director de esta película se interna en el laberinto de una discusión metafísica sobre los límites de la experimentación. 

Sábado 18 de junio 
La mujer de los perros, de Verónica Llinás y Laura Citarella (Argentina, 2015, 98')
Una mujer (Verónica Llinás en un trabajo supremo) camina atravesando el campo, siempre rodeada por perros que se mueven en todas direcciones. Más lejos aún, el mundo, los arrabales, las estaciones del año, y el día y la noche, y las diferentes versiones del cielo. 

Las funciones se realizan en la sala Kino Palais, del Palais de Glace, ubicado en Av. Libertador 1248. Para más detalles sobre el ciclo, consultar la página web del Palais.

jueves, 26 de mayo de 2016

Intentar


"No es posible que haya nada humano que no deba ser intentado, que no merezca y pueda ser intentado felizmente."

Georges Bataille 
(En su artículo "¿Es útil la literatura?")

La imagen pertenece a la extraordinaria Poetry, película dirigida por Lee Chang-dong.

miércoles, 25 de mayo de 2016

EPA CINE - Primer Festival Internacional de Cine de El Palomar

Con la proyección del film póstumo de Eduardo Coutinho, Ultimas Conversas, hoy se inaugura EPA CINE, el Primer Festival Internacional de Cine Independiente de El Palomar, un encuentro que propone descentralizar la difusión cinematográfica y crear un espacio de exhibición audiovisual en el conurbano bonaerense. No es común encontrar este tipo de festivales en la zona oeste del Gran Buenos Aires, por eso esta iniciativa representa una gran oportunidad para apoyar y fomentar el desarrollo cultural en este lugar de la provincia. La muestra se extenderá hasta este domingo 29 de mayo. La sede central es el Cine Teatro Helios, ubicado en Ciudad Jardín (Bv. General San Martín 3076), una sala que había sido cerrada en 2001 y que fue recuperada hace unos años y renovada para restablecer un punto cultural de referencia en el barrio (cuenta con una capacidad para 349 personas). El festival tendrá además una segunda sede en lo que era antiguamente otra sala del complejo del Helios, en la que se ofrecerán charlas, seminarios y otras actividades gratuitas y abiertas a la comunidad en general.

EPA Cine está integrado por una sección competitiva, un panorama internacional de largometrajes, una muestra de cortometrajes argentinos, una selección de trabajos experimentales, una retrospectiva dedicada al gran documentalista francés Jean Rouch y una proyección especial del film mudo La muerte cansada (Der Müde Tod), de Fritz Lang, acompañada por la música en vivo del Cue Trío.


Competencia internacional de largometrajes: 
Le dernier voyage de Madame Phung, de Thi Tham Nguyen (Vietnam) 
In the crosswind, de Martti Helde (Estonia) 
Días de lluvia, de Flavia De La Fuente (Argentina) 
Si escuchas atentamente, de Nicolás Guzmán (Chile) 
Santa Teresa & Otras Historias, de Nelson Carlo de los Santos Arias (México) 
La larga noche de Francisco Sanctis, de Andrea Testa y Francisco Márquez (Argentina) 
Les règles de jeu, de Claudine Bories y Patrice Chagnard (Francia) 
Mi último fracaso, de Cecilia Kang (Argentina)

Panorama internacional de largometrajes: 
The kindergarten teacher, de Nadav Lapid (Israel) 
Timbuktú, de Abderrahmane Sissako (Mauritania) 
La sirène de Faso Fani, de Michel K. Zongo (Burkina Faso) 
Sala Alberdi, de Micaela Tismiinetzky (Argentina) 
El espíritu de los ancestros, de Leonardo Pakaratí (Chile) 

Para más detalles sobre el festival y la programación, pueden consultar la página de Facebook del festival y el sitio oficial, en donde encontrarán el catálogo.

Eternas preguntas

"¿Qué nos faltó para que la utopía venciera a la realidad? ¿Quién derrotó a la utopía? ¿Por qué, con la suficiencia pedante de los conversos, muchos de los que estuvieron de nuestro lado, en los días de mayo, traicionan la utopía? ¿Escribo de causas o escribo de efectos? ¿Escribo de efectos y no describo las causas? ¿Escribo de causas y no describo los efectos

Escribo la historia de una carencia, no la carencia de una historia".

Andrés Rivera - "La revolución es un sueño eterno"

lunes, 23 de mayo de 2016

Proyección a futuro


Por László Nemes*

El digital no es cine. Lo comprobarás dentro de veinte años cuando no puedas abrir el archivo de una película realizada en el año 2000. El cine requiere del soporte físico y de la magia lumínica de la proyección. La imagen digital es demasiado clara, te da la impresión de estar ahí, pero la proyección cinematográfica requiere de la proyección emocional. Y esa implicación emocional es esencial. Creo que todo el asunto digital es una estafa en la que el espectador acaba obteniendo menos. Es la primera vez en la historia del cine en la que el progreso técnico representa de hecho una regresión.

*Fragmento de una entrevista publicada en la web del diario El Mundo de España (enero de 2016). Ir al texto completo.

En la imagen: El hijo de Saul (Saul fia), de László Nemes

domingo, 22 de mayo de 2016

Verdadero/Falso


"En realidad, todos vivían en una especie de mundo de acertijos, donde lo verdadero nunca se decía ni se hacía ni se pensaba."

Edith Wharton - "La edad de la inocencia" 

lunes, 16 de mayo de 2016

La épica de lo íntimo


Por Richard Linklater*

El gran presupuesto significa que debés dar grandes resultados. Hay una inflación en la narrativa en la que el cine ha sido muy bueno, en la que tenés que arrancar y sostener una historia, y más te vale que tengas muchas cosas sucediendo. Y más te vale tener un gran final. Esa era la contradicción de Boyhood, porque tenía una estructura épica, 12 años; veías gente creciendo; es una película larga, de dos horas cuarenta. Es grande, pero la escala es muy íntima. Muchas épicas tienen un tema épico, pero yo hice una épica intimista. Es raro. No sucede a menudo. Para empezar, el mero hecho de que estés haciendo una película sobre eso es de algún modo épico. Decís “este pequeño tema vale una película”, todo el dinero, el esfuerzo, el tiempo. Estás elevando algo por el mero hecho de filmarlo. Cuando hacés toda una película solo sobre la conexión entre dos personas, la estás elevando.


*Fragmento de una entrevista publicada en el diario Página/12 (15/05/16). Ir al texto completo.

domingo, 15 de mayo de 2016

Vuelve FILMOTECA a Canal 7


Este lunes 16 de mayo comienza por fin la temporada 2016 de "Filmoteca, Temas de Cine". Fernando Peña vuelve a conducir este ciclo fundamental en la pantalla de la Televisión Pública. Ojalá Peña encuentre las condiciones necesarias para trabajar y programar las películas con absoluta libertad (y ojalá que este espacio dure por siempre en la televisión abierta). La primera semana estará dedicada al cineasta norteamericano Sam Peckinpah.

Cada emisión comienza a la medianoche, por Canal 7. Esta es la programación:

Lunes 16 de mayo: 
Pistoleros al atardecer (Ride the High Country, 1962)
Dos antiguos pistoleros (Randolph Scott y Joel McCrea) se juntan para salvar un cargamento de oro. Uno intenta hacer un buen trabajo y volver a su casa, pero el otro no esconde otra intención que robar la preciada carga.

Martes 17 de mayo: 
Juramento de venganza (Mayor Dundee, 1964)
Un oficial de la Unión debe llevar a cabo una misión punitiva contra los Apaches pero sólo cuenta con un grupo de descastados, compuesto por criminales y prisioneros confederados. La cuestión es que el grupo humano comienza a sufrir internas, ya que algunos respaldan al líder de la milicia (Charlton Heston) y otros al de los prisioneros (Richard Harris).

Miércoles 18 de mayo:
Tráiganme la cabeza de Alfredo García (Bring me the head of Alfredo Garcia, 1974)
La hija de un rico terrateniente mexicano, todavía adolescente, ha quedado embarazada. El padre es, al parecer, Alfredo García, un antiguo colaborador y amigo de la familia, por cuya cabeza se ofrece una recompensa de un millón de dólares.

Jueves 19 de mayo: 
Perros de paja (Straw dogs, 1971)
Un profesor estadounidense (Dustin Hoffman) y su mujer (Susan George) se trasladan a un pueblito en medio de la campiña inglesa buscando huir de la violencia inherente en su país de origen. Pero sus vecinos, aparentemente pacíficos, comienzan a tener comportamientos extraños.

Viernes 20 de mayo:
La pandilla salvaje (The Wild Bunch, 1969)
Un grupo de veteranos ladrones de bancos, que viven al margen de la ley y que actúan en la frontera entre los Estados Unidos y México, se ven acorralados por unos cazadores de recompensas y el ejército mexicano.

Cada semana la programación se renueva y se puede consultar en la página de Facebook de Filmoteca y en este blog dedicado a difundir la información. 

sábado, 7 de mayo de 2016

Estreno de "Baal" de Schlöndorff + Foco Fassbinder

La Sala Leopoldo Lugones retoma sus actividades ya no en la tradicional sala sino en un espacio aledaño, el Centro Cultural San Martín (Sarmiento 1551). Sucede que en todo el edificio del Teatro San Martín se están realizando refacciones desde hace ya mucho (demasiado) tiempo, y esto impide el normal funcionamiento del cine ubicado en el piso 10.

La idea es recuperar el “sello Lugones” en la programación ofrecida a partir de este mes, que en este ciclo tendrá como protagonistas a dos representantes del “Nuevo Cine Alemán” de los '60. Por un lado se proyectará Baal, dirigida por Volker Schlöndorff, a modo de estreno exclusivo, ya que el film tuvo problemas legales y fue casi imposible verlo durante 40 años, hasta que el Festival de Berlín de 2014 lo exhibió en una versión restaurada. Baal es una adaptación de la obra homónima de Bertolt Brecht y está protagonizada por Rainer Werner Fassbinder, con un elenco integrado por Margarethe von Trotta, Hanna Schygulla, Harry Baer y Peer Raben. El estreno de esta película se complementa con un foco dedicado a los tres primeros largometrajes de Fassbinder, todos realizados en el año 1969, uno de los de mayor actividad creativa de su autor, tanto en cine como en teatro. Esta es la programación:

Baal (República Federal Alemana, 1969, 87')
Dirección: Volker Schlöndorff
15 únicas funciones:
Martes 10, miércoles 11, martes 17 y miércoles 18 de mayo, a las 17, 19 y 21 horas
Martes 24 y martes 31 de mayo, y miércoles 1º de junio, a las 19 horas
Baal narra la vida de un cantante de baladas tan ingenioso como inestable, que lleva una rutina dominada por los escándalos, el alcohol y la promiscuidad. “Si hay un mérito evidente en la adaptación de Schlöndorff -escribe Luciano Monteagudo- es el de haber comprendido que el Baal que imaginó el joven Brecht en 1918, a sus 20 años, en los albores de la República de Weimar, no podía ser otro en ese post-Mayo del ’68 que el mismísimo Fassbinder.” 
 
Foco Fassbinder modelo ’69: 

El amor es más frío que la muerte (Alemania Occidental, 1969)
Martes 24 de mayo, a las 17 y 21 horas (91’).
El primer largometraje de Fassbinder (rodado cuando la experiencia de mayo del ‘68 todavía quemaba) está dedicado a Chabrol, Rohmer y Straub y delata la influencia de Jean-Pierre Melville en la historia de Franz, un pequeño mafioso que debe sobreponerse a una serie de traiciones del bajo mundo.

Katzelmacher (Alemania Occidental, 1969)
Martes 31 de mayo, a las 17 y 21 horas (88’)
El griego Jorgos, trabajador inmigrante, iletrado y sin conocimientos del idioma alemán, llega a Munich y se convierte en el centro de atención de una banda de jóvenes y sus compañeras.

Dioses de la peste (Götter der Pest; Alemania Occidental, 1969)
Miércoles 1º de junio, a las 17 y 21 horas (91’)
Esta película es una muestra de la influencia que en la época tuvo sobre Fassbinder el cine clásico de Hollywood. Dioses de la peste toma del cine negro los estereotipos y los objetos típicos para combinarlos en una lectura personal del género.

Las funciones se realizan en el Centro Cultural San Martín (Sarmiento 1551). La entrada general cuesta 40 pesos (25 para estudiantes y jubilados). Pueden encontrar más detalles sobre el ciclo en el sitio web del complejo teatral.

Antes de planificar la salida, sugerimos consultar el Twitter de la Sala Lugones (por las dudas, por si hay cambios o anuncios de último momento).

lunes, 2 de mayo de 2016

Retrospectiva Christian Petzold, en el Museo del Cine

El Instituto Goethe y el Museo del Cine han programado para mayo una retrospectiva del realizador alemán Christian Petzold, el más destacado de los cineastas surgidos dentro del movimiento denominado “Escuela de Berlín”. El ciclo, organizado con la colaboración de las distribuidoras Alfa Films y Z films, se llevará a cabo en el Museo del Cine, en el barrio de La Boca, todos los sábados y domingos de este mes a las 16, con entrada libre y gratuita (con la excepción de la función de apertura, que se realizará en el Colegio de Abogados el próximo viernes).

Programación:

La seguridad interior (Die innere Sicherheit) 
Viernes 6 de mayo a las 20 - Función inaugural con entrada gratuita en el Colegio Público de Abogados (Av. Corrientes 1441) 
Domingo 29 de mayo 
El film narra la historia de una familia que ha vivido en la clandestinidad durante veinte años, debido al pasado político de los padres. Un incidente los obliga a volver en secreto a su nativa Alemania desde Portugal. 

Fantasmas (Gespenster) 
Sábado 7 de mayo 
Una mujer viaja desde París a Berlín cada año porque está buscando desesperadamente a su hija, que fue secuestrada cuando tenía tres años. Un día descubre a Nina, una vagabunda que deambula con otra muchacha llamada Toni. La mujer cree que Nina es su hija. 

Yella 
Domingo 8 de mayo 
Yella (la gran Nina Hoss), decidida a no renunciar a sus sueños, abandona a un marido violento para buscar un trabajo más prometedor y una nueva vida. Las cosas parecen cambiar para bien cuando Philipp, un joven ejecutivo, le da la oportunidad de ser su ayudante. 

Triángulo (Jerichow) 
Sábado 14 de mayo 
Tres personajes cruzan sus caminos. El joven Thomas ha sufrido una deshonrosa baja del ejército. Ali, un hombre de negocios turco, tuvo un pasado difícil pero ahora sólo desea tener éxito con su red de comercios. Laura, una mujer atractiva y misteriosa, parece encontrar refugio a la sombra de su matrimonio con Ali. 

Dreileben – Algo mejor que la muerte 
Domingo 15 de mayo 
Johannes trabaja como enfermero de un hospital en el Bosque de Turingia, Alemania, aunque su deseo es estudiar medicina en Los Ángeles. Un día conoce casualmente a Ana, una joven bosnia que trabaja como camarera en un hotel cercano. Ella le propone viajar juntos a Estados Unidos para comenzar una nueva vida, pero su situación, inesperadamente, se complica. 

Barbara 
Sábado 21 de mayo 
Alemania Oriental, 1980. Bárbara (Nina Hoss) es una médica que ejerce tanto de cirujana como de pediatra en un hospital de Berlín. Sin embargo, las autoridades sospechan que tiene planeado querer pasar al otro lado del muro, por lo que deciden trasladarla a una clínica de provincias para evitar su fuga. 

Ave Fénix (Phoenix) 
Domingo 22 de mayo 
Una mujer logra sobrevivir a un campo de concentración. Cuando termina su calvario, vuelve con la cara totalmente desfigurada y pide a un eminente cirujano que se la reconstruya. Recuperada de la operación empieza a buscar a su marido. Todo resulta ser más extraño de lo que ella esperaba. 

La sede del ciclo es el Museo del Cine Pablo Ducrós Hicken, ubicado en Agustín R. Caffarena 51, en el barrio de La Boca. La entrada es libre y gratuita.

miércoles, 27 de abril de 2016

Bafici 2016 - Primero enero: un diálogo con sus realizadores


Primero enero (Argentina, 2016)
Dirección: Darío Mascambroni
Sección: Competencia argentina

El domingo 17 de abril, durante el primer fin de semana del 18º Bafici, entrevisté a Darío Mascambroni, director de Primero enero, en una charla a la que también se sumó Florencia Wehbe, asistente de dirección del film. La película se había presentado dos días antes como integrante de la Competencia Argentina. Mascambroni me contó que este proyecto había empezado a cobrar forma un par de años antes, mientras se desarrollaba otro festival, más precisamente la edición 2013 del Festival de Cine de Mar del Plata: “Estábamos ahí como espectadores, todo el grupo que más adelante terminó haciendo la película. Estar en un festival te anima y a la vez te obliga a querer hacer algo para pasar a ser parte de ese evento como realizadores. Entonces surgieron las ganas de hacer una película. Automáticamente pensé en mi tío y en mi primo, y en armar una historia a partir de ellos y de sus verdaderas personalidades.” Así fue como nació Primero enero, ópera prima de este joven realizador cordobés que finalmente se llevó el premio a la Mejor Película en la sección dedicada a la producción nacional en el reciente Bafici

Un chico, su papá, una casa… y una mamá que no está ahí. 

“¡Tenemos que disfrutar juntos!”, le reclama un hombre a su hijo, un niño de seis o siete años que ya no tiene ganas de seguir subiendo la cuesta. El padre le pide al chico que cumpla esa tarea, una de las tantas actividades de “la lista de cosas” que ambos deben completar durante esos días en las sierras, como si fuera un decálogo de ritos de pasaje heredados por la familia que necesariamente hay que respetar. El chico se divierte cuando van a nadar o a pescar, o cuando recorre el bosque en soledad, pero no la pasa nada bien cuando el papá le propone asar juntos un cordero que acaba de ser degollado frente a sus ojos atónitos. Por sobre todas las cosas, el chico extraña mucho a su mamá. Hay un divorcio en marcha, una tristeza profunda que crece y tamiza sin consuelo todo el relato. Padre e hijo (Jorge Rossi y Valentino Rossi) van a las sierras para llevarse las últimas cosas que quedan en una casa familiar que se pondrá en venta.

La esencia de la historia la conocemos, porque tiene los componentes universales propios del cada vez más extendido terreno del coming of age. Puede haber muchas películas con líneas narrativas similares en el cine de hoy, pero no creo que existan muchos niños como Valentino, tan soñador y a la vez tan terrenal: es él quien le aporta a este cuento un compás absolutamente genuino. El chico se las ingenia para brillar incluso en la escena más oscura (literalmente) de la película, ambientada una noche de tormenta, sin electricidad en la casa, en la que el padre le enseña a su hijo a jugar al truco. Sin revelar lo que ocurre allí, puedo decir que la confección de esta escena sencilla y memorable -sólo iluminada por una linterna vincha y la pantalla de un teléfono celular- define el notable trabajo con la luz que atraviesa todo el film. No quiero dar más vueltas buscando otros adjetivos: Primero enero es una película preciosa. Sus creadores podrían dar una clase de lo que significa tallar esa cualidad sin caer nunca en la tentación del preciosismo, básicamente porque las elecciones de estilo son modestas y evitan llamar la atención sobre sí mismas. En una época del cine en donde la contemplación demorada del mundo se convierte a veces en una mera pose programática -aunque no se tenga mucho para decir-, aquí la clave parece residir en el cuidado del tiempo interno de los planos, que tienen la duración justa, todos precisos y pertinentes. Un modelo de concisión, tanto narrativa como simbólica. 

¿Qué relación tenés vos con el paisaje de la película? 

D.M.: Es la casa de mi familia, la casa adonde yo fui desde que nací, todos los veranos, todos los inviernos. Es la casa de mi abuelo. Cada rinconcito que se ve en la película, cada pedacito del río o de la montaña, son lugares muy visitados por mí, por mis hermanos, mis primos, mis viejos. Todo el espacio tiene mucho que ver conmigo. Creo que es el lugar físico en donde más tiempo estuve en mi vida. Yo soy de Villa María, pero ni siquiera ahí estuve en un solo lugar tanto tiempo, porque nos mudamos muchas veces, pero esa casa de las sierras fue el único lugar que siempre estuvo. Y por otro lado, el protagonista es mi tío. Él es escritor y enseguida empezó aportar ideas a la historia, como la temática del divorcio, que es algo que a mí me toca, porque cuando yo era chiquito tenía ese temor de que mis padres se divorciaran. Él además nos autorizó a entrar en ese tema, porque es el padre del chico y puede ser un tema complejo. 

La película es muy luminosa, porque el paisaje y la naturaleza sugieren ese tono. Pero también aparece la tristeza del chico, que va en aumento hacia el final. Y de repente, en una escena uno se enfrenta con la matanza de un animal. ¿Cómo pensaste el equilibrio entre los distintos tonos? 

D. M.: Creo que los momentos más fuertes tienen que ver con determinadas preguntas del personaje del chico en relación con la separación. No sé si la matanza del corderito es lo más fuerte. No es algo agradable de ver, pero lo más duro es la actitud del padre de obligar al chico a verlo. El padre además se justifica diciendo que su propio padre lo había obligado a pasar por lo mismo. Después, cuando el chico le hace un planteo, el padre afloja y quizás se da cuenta de que no tenía que ser tan estricto. Pero es cierto que la película tiene algo oscuro o más complejo que al principio no se ve pero que luego va decantando. La conexión con la naturaleza surge de esta manera distinta de ver las cosas que tiene el niño. Y además son los elementos que uno encuentra en ese lugar. Cuando yo iba no había electricidad, así que lo único que podías hacer, básicamente, era conectarte con la naturaleza. El contexto obliga a los personajes a estar desconectados, despojados de tecnología o de cuestiones que tienen que ver con lo urbano, y eso fue fundamental para que el vínculo fuera decantando.

F. W.: De alguna manera la película muestra esta necesidad de un ambiente tranquilo y natural para poder hablar o hacer preguntas sobre ciertas cosas que no aparecen en otro contexto. En este espacio diferente el padre parece sorprenderse frente a ciertas preguntas de su hijo, como si recién lo estuviera conociendo. Creo que en la película está, por un lado, la cuestión generacional que surge en las propuestas y contrapropuestas entre los dos personajes, y por otro lado también se nota el contraste con el vértigo de la ciudad. En la ciudad parece que nunca hay tiempo, y en la película los tiempos son eternos. Y acá, de repente, no hay ruido, por eso el chico puede hablar, puede expresarse y decir que su deseo es que su papá vuelva con su madre. 


Los diálogos entre los dos personajes suenan muy naturales, y a la vez son muy precisos. Además aparecen las alusiones a los mitos griegos. ¿Ensayaron las líneas de diálogo? 

D. M. Muy poquito. Hicimos una prueba, antes de ir al lugar a grabar, sólo para saber cuánto había que trabajar con los actores para que se olvidaran de la cámara. Pero automáticamente el niñito se soltó y la prueba no duró más de un minuto y medio. La idea siempre fue aprovechar su espontaneidad. Había líneas de diálogo concretas que tenían que llevar la historia para el lado que nosotros queríamos, pero en general no hubo mucho ensayo. Y el interés por la mitología es propio del padre, de la persona real. A él le gusta mucho y desde chiquito le inculcó ese interés a su hijo. Fue algo que como realizadores aprovechamos. La verdad es que no hubo composición de personajes, sino que los personajes los armamos a partir de lo que ellos son en la vida real.

F. W.: Este nene tiene algo muy particular, sobre todo en una época en donde la mayoría de los chicos parecen alienados con tanta tecnología y tanta información visual. Por la influencia literaria de su papá, este pibe tiene un lenguaje más fluido, habla mucho y tiene mucha imaginación. Es muy gracioso, muy ocurrente. Darío, como conoce a su primo, tuvo la ventaja de saber cuándo había que introducirle un diálogo y cuándo era mejor dejarlo libre, solo con la guía de su papá. 

¿Por qué elegiste incluir música de tango? El tango provoca un extrañamiento curioso, sobre todo al comienzo, cuando están en el auto. 

D.M.: Fue una decisión mía, quizás la decisión más arbitraria de toda la película. Cuando yo viajaba a las sierras muchas veces iba en el auto de mi abuelo, en familia, y a veces todo lo que tenías para escuchar era el cassette que ya estaba puesto en el auto, porque la radio no engancha y porque en aquel entonces no te podías llevar un mp3. Fue algo personal, pero me pareció que estaba bueno ser fiel a eso que yo sentía cuando viajaba, como que no podía elegir. Después, pensándolo un poquito más, también me gustó la idea de que el tango, a pesar de estar automáticamente asociado a la ciudad, es algo que se puede reconocer como esencialmente argentino, sobre todo en el exterior. Un folklore sería una elección más coherente para ese contexto, pero a la vez también podíamos sugerir que el tango está en todos lados. 

¿Cómo se sienten frente a este foco de atención que hoy tiene el cine que se hace en Córdoba? 

D. M.: Es raro lo que nos pasa. Creo que nosotros tuvimos suerte, porque somos parte de un momento tecnológico en el que con una cámara accesible podés hacer una película con una calidad técnica que pueda llegar a la gente, a ese público que quizás no viene del mundo del cine pero que igual puede entrar en el código. Porque realmente hoy las películas tienen una buena calidad técnica. Antes era mucho más caro que ahora.

F. W.: Todo es más accesible, incluso el hecho de enviar una película a un festival antes era más caro, cuando hoy directamente mandás un link por e-mail. Algo tan tonto como eso hoy significa un cambio fundamental, por eso creo que la cuestión de la tecnología ayudó mucho al crecimiento del cine en Córdoba y en tantos otros lugares.

D. M.: La cuestión del acceso a la tecnología es lo único concreto que permite pensar el fenómeno del cine cordobés. Puedo opinar sobre otras razones, otro podrá opinar otra cosa, pero lo único en lo que todos podemos estar de acuerdo es que todos hoy tenemos un acceso más fácil a la tecnología.

lunes, 25 de abril de 2016

Bafici 2016 - Viviré con tu recuerdo


Viviré con tu recuerdo (Argentina, 2016)
Dirección: Sergio Wolf
Sección: Competencia internacional

“¿Hasta qué punto toda película no es 
algo que se organiza desde la falta? 
Falta de tiempo, falta de plata, falta de luz”.

Sergio Wolf

Ada Falcón, otra vez. Sergio Wolf vuelve sobre el enigma que motivó Yo no sé que me han hecho tus ojos, el ensayo documental que realizó junto a Lorena Muñoz, estrenado en 2003 en el Bafici. Viviré con tu recuerdo fue calificada como una “coda” o una “secuela” de aquel emblemático film, aunque lo más simple es leer la nueva película como una excusa para prolongar el goce de una obsesión que ya lleva casi veinte años. Pero prefiero pensar que aquí se juega algo más que un capricho personal. El autor parecería estar inmerso en ese estado de fusión existencial en el que ya no puede desprenderse de la obra, una obra que ahora lo reclama desde una ausencia. Remendar esa falta implica seguir creyendo en la posibilidad de una reconstrucción, aunque todo permanezca en un terreno especulativo. Por eso no se trata tan sólo de una obsesión, sino de algo más radical, esa compulsión que lleva al artista a querer dar una respuesta al vacío, quizás lo único que pueda definirlo como sujeto. ¿Qué somos, al fin de cuentas? ¿Lo que hacemos o lo que dejamos de hacer? ¿O debemos resignarnos a ser aquello nunca vamos a encontrar? Más de una película en este festival me llevó a esbozar estas preguntas, sobre las que espero regresar. 


Wolf y Muñoz grabaron una primera entrevista con Ada Falcón que nunca se pudo utilizar porque se perdió el registro sonoro de ese rollo. Viviré con tu recuerdo se ocupa de narrar las peripecias que envolvieron el rodaje a fines de los ‘90, pero lo importante ahora es que el director quiere recuperar la voz de Ada en esas escenas olvidadas, quiere descifrar lo que ella dijo poco tiempo antes de morir. Reconozco que transité la primera mitad del film con cierta resistencia, porque no terminaba de entender por qué Wolf quería empastar ese hechizo inesperado que a todos nos había provocado la última parte del film original, cuando descubríamos que la cantante estaba viva. Tal vez ni el propio director sabía exactamente qué buscaba cuando se embarcó en este (¿eterno?) retorno. En una escena Wolf le dice a Edgardo Cozarinsky que necesita encontrar la forma de devolverle la voz a su personaje, pero al mismo tiempo le pregunta si vale la pena obstinarse en esa verdad, porque tampoco quiere perturbar “el mito de Ada”. Y Cozarinsky responde, tajante: “Nunca vamos a saber la verdad de nadie”. Pero Wolf insiste. Junto a su editor Hernán Rosselli, Wolf proyecta la imagen de Ada una y otra vez, avanza, pone pausa, vuelve hacia atrás y exprime y exprime los labios de Ada hasta dejarlos exhaustos. En esta extrema cercanía llegamos incluso a ver claramente la venda en el ojo derecho de la mujer, justamente aquello que ella quería ocultar. Su propio cuerpo comienza a perder materialidad y uno siente que Ada se disipa, transformada apenas en una textura granulosa, fría y sumisa. “La calidad del fílmico aguantó en la caja casi veinte años”, celebra Wolf en la mesa de montaje. La que ya no aguanta más es Ada. Tiene que descansar.

No es posible llenar el hueco. Nada alcanza. Ni los consejos de Cozarinsky, ni las teorías subrayadas en los libros de Michel Chion y Junichiro Tanizaki, ni siquiera ayuda el opaco recuerdo auditivo de lo que Ada pudo haber dicho en aquel encuentro cara a cara, surrealista pero real. El director decide entonces contactar a alguien que pueda hacer lectura de labios. La cámara se detiene ahora en una chica sorda que observa una pantalla con la tarea de inferir las palabras pronunciadas por Ada. Y aquí es cuando la película se abre a otra dimensión, instantes fascinantes gobernados por el silencio y las luces tenues que titilan sobre el rostro de esta joven de ojos grandes, atentos y anhelantes. Ella reconoce algunas palabras sueltas, desencadenadas, como si fueran los primeros balbuceos de un niño que quiere atrapar todo lo que en el mundo se le escapa, como si de repente todos volviéramos al origen para hacernos una pregunta esencial: ¿cómo es que logramos comunicarnos? Y allí sentimos que Ada se retira, de a poquito, hacia el fuera de campo, porque finalmente comprendemos que hay algo del misterio que debe irse con ella para siempre. Ada Falcón se despide. Otra mujer viene a refundar el encanto de la imagen y el sonido, portando su propia poesía. “Nada es más interesante para mí que un rostro en el cine”, asegura el gran Peter Bogdanovich. No hay una verdad a revelar. No hay forma de salvar la falta. Pero el cine sí permite la búsqueda permanente. Y el cine también es, a veces, el hallazgo de un relevo feliz.