jueves, 30 de septiembre de 2021

Condicional


"Si no hay verdad, no hay belleza."

Petra, inquietante película de Jaime Rosales.


El español Jaime Rosales es uno de los directores más infravalorados del cine actual. Les recomiendo Petra, que puede verse online en este sitio (bajen hasta la opción 4).

miércoles, 29 de septiembre de 2021

El sujeto de la historia


"Si uno filma a alguien al lado del árbol, pasa algo.
Si filma sólo el árbol, no pasa".

El director de cine en La Flor (Tercera Parte)

El enigma


"Siempre hay algo que falta, que se niega,
que permanece esquivo...".

El director de cine en La Flor (Tercera Parte)

Directriz


"¡En línea recta hacia la depresión!"

El director de cine en La Flor (Tercera Parte)

Códigos


"Ésas eran las reglas. 
De día, romance. De noche, nada".

La narradora en La Flor (Segunda Parte)

Epifanía


"Este cielo es nuevo -pensó.
A este cielo nunca lo había visto".

Dreyfuss,
según palabras del narrador en La Flor (Segunda Parte)

El duelo


"Si nos van a matar, tampoco es cuestión 
de estar escapando. Esperémoslas".

La Agente 50 (Elisa Carricajo), 
según palabras del narrador en La Flor (Segunda Parte)

Punto de giro


"Cuando ves llorar a tus padres... ya está.
Ya no hay más padres".

Victoria Aragón (Pilar Gamboa),
en La Flor (Primera Parte)

Destino


"Sé cómo sobrevivir. Aprendí a sobrevivir.
Mi destino es sobrevivir. En eso sí soy buena".

Andrea Nigro (Valeria Correa),
en La Flor (Primera Parte)

lunes, 27 de septiembre de 2021

Tierra


- Usted es un soñador incurable, Peter.

- Tal vez. Será porque me acostumbré a mirar las estrellas para no ver las raíces que me atan a la tierra.

El negro que tenía el alma blanca, de Hugo del Carril

Esta notable película puede verse en YouTube.


viernes, 3 de septiembre de 2021

Ciclo online en homenaje a Luis García Berlanga

 
Hoy comienza el ciclo Berlanga cumple cien años, en donde podrán verse online cuatro films del genial realizador español. A través de la plataforma Vimeo, el público podrá acceder de forma gratuita los viernes de septiembre, a partir del horario de las 15 y durante 48 horas. La actividad está organizada por el Instituto Cervantes de España, y en su sitio van a encontrar la información para acceder a las películas. Les recomiendo especialmente la emblemática Plácido y también Esa pareja feliz, que Berlanga escribió junto al cineasta Juan Antonio Bardem.

Programación:
Viernes 3/9: Esa pareja feliz (1951)
Viernes 10/9: Calabuch (1956)
Viernes 17/9: Plácido (1961)
Viernes 24/9: Patrimonio Nacional (1981)


Para más detalles: https://ccpe.org.ar/

martes, 31 de agosto de 2021

Vacío


"Cuando una está sola, todos los hoteles 
son demasiado grandes".

Nora (Delia Garcés), en la versión de Casa de Muñecas
que dirigió Ernesto Arancibia en 1943.


Este película está disponible en una óptima copia en YouTube.

lunes, 30 de agosto de 2021

La reina del miedo, de Valeria Bertuccelli y Fabiana Tiscornia


“No sé si se fue o si me dejó”, dice en un momento Robertina (Bertuccelli) en referencia a su marido. Esas palabras se cuelan en su verborragia nerviosa y pasan casi inadvertidas, casi divertidas, aunque en ellas se esconda un verdadero huracán existencial. Me importa poco el diagnóstico clínico del personaje o que sus miedos se deban a traumas no resueltos que arrastra desde siempre: ser abandonado sin aviso (sin la dignidad de una despedida, al menos) debería alterar la psiquis de cualquier persona con un mínimo grado de sensibilidad. Todo en nuestro entorno queda borroneado, agrisado, corrido de eje, al borde del colapso, aunque la rutina siga y debamos atender con solvencia todos los compromisos previamente pactados (para eso elegimos ser profesionales independientes, ¿no?). Y encima ese amigo del alma a quien quisiéramos abrazar hoy está muy lejos… muy pronto ya no estará más. Los temas esenciales en esta historia son la soledad y la muerte, justamente esos frentes que nadie puede dominar. Sin embargo, según muchas de las reseñas publicadas sobre La reina del miedo, parece que resulta muy fácil distanciarse de la protagonista, catalogarla como un caso excéntrico y reducir sus conflictos al cuento de una mujer fóbica/insegura/histérica, con un plus de estrés por el inminente estreno de una obra de teatro. Desconfío de toda persona que se jacte de controlar con éxito su inestabilidad emocional. Esa persona miente, o no está realmente viva.

Un grácil pero persistente temblor atraviesa todo el relato. Bertuccelli sabe perfectamente cómo matizar la congoja con humor y simpatía, pero aun así en cada escena la incertidumbre termina ganándole a cualquier otra sensación. La aparición de Lisandro (Diego Velázquez) resulta clave, ya que él trae la ternura que Robertina necesitaba. Pero también trae el abismo, involuntariamente. La mejor escena del film -por su precisión y su calado- transcurre durante una noche en el departamento de Lisandro, en Copenhague. El viento golpea las ventanas y Robertina no consigue dormir. De repente percibe una sombra detrás suyo. De repente aterrizamos en una película de terror. Ahí está su amigo devenido fantasma, sentado en la escalera, encorvado, abstraído. Lo que leemos en el rostro de Lisandro no es miedo: es pavor. Un pavor inconmensurable. En ese instante ella parece intuir una profundidad desconocida. Tal vez sea una intuición-bisagra.


En la ficción, Bertuccelli debe montar el unipersonal “El tiempo es oro”, título que confirma la vocación existencialista que impulsa la película. En varias escenas el reloj se hace sentir en su urgencia opresiva y uno teme que Robertina no logre llegar nunca, ni a los ensayos, ni al aeropuerto, ni a la noche del gran debut, ni a ningún puerto sereno. Y además a cierta edad -y esto es un hecho, aunque la ciencia y el discurso de autoayuda pretendan negarlo- también comienzan a acortarse los tiempos para alcanzar esas otras cosas, esas metas que supuestamente son las que le imprimen un sentido a nuestro tránsito por la Tierra: tener un hijo, escribir un libro, plantar un árbol. 

Robertina vuelve de Europa y descubre, para su sorpresa, que le han plantado decenas de ficus en el parque de su casa, cuando su prioridad era quitar de allí un cerezo seco para trasladarlo al escenario de su obra. La trama vinculada al teatro, más allá del bucle autorreferencial, funciona principalmente como dispositivo abierto a la circulación de símbolos y preguntas. ¿Por qué llevar al teatro ese árbol incómodo de ramas peladas y tristes? ¿Por qué la insistencia en arrancarlo de raíz? ¿No es mejor plantar un árbol joven, para cuidarlo y verlo crecer? ¿Por qué colocarlo justo allí, en su espacio de creación? ¿Para salvarlo del tornado que aún no terminó de devastar su hogar? ¿Aspira a resucitarlo, quizás? Ya no tenemos 20 años. No podemos plantar un tallo y sentarnos a esperar. Por eso me gusta la idea del crítico Shikhar Verma, quien postuló que esta película, en el fondo, se trata del miedo a empezar de nuevo. Ni siquiera es una cuestión de coraje. Hay que asumirlo nomás. Lo único que realmente importa es aprender a decidir, minuto a minuto, qué hacer con el tiempo que nos queda.

miércoles, 25 de agosto de 2021

Para pensar la memoria (y el presente)


“¿Por qué no hay política en las películas caseras? En nuestra época también podemos diferenciar entre las imágenes robadas en la calle y las que sólo buscan reproducir la intimidad. Como si la política sólo ingresara en las imágenes por descuido o por asalto, cuando tiembla el cómodo rol de espectadores.

Para Umberto Eco, la memoria colectiva resiste, y cuando olvida es porque es bloqueada y no logra encarnar en las nuevas generaciones. Ésa es la función de los medios: relegar la memoria histórica. Contribuir a la desaparición de su sentido a través del exceso de información. Sostener un flujo continuo de imágenes prefabricadas para quebrar toda resistencia. Sólo rompiendo ese eterno presente podemos conectar con la fuerza utópica enterrada en el pasado”.

 
Nicolás Prividera en su excelente película Adiós a la memoria. 

Este film integra la programación de la Octava Semana del Cine Documental Argentino, que se desarrollará hasta el martes 31 de agosto. Las películas pueden verse online de forma gratuita en la plataforma Vivamos Cultura. (Puede ocurrir a veces que las salas virtuales tengan el cupo completo de visualizaciones. En ese caso pueden probar ingresar en otro momento). 

lunes, 23 de agosto de 2021

Soledad


La soledad; hay que ser muy fuertes
para amar la soledad; hay que tener buenas piernas
y una resistencia fuera de lo normal: no hay que exponerse
a resfriados, gripe o dolor de garganta: no hay que temer
a atracadores ni a asesinos; si es preciso caminar
toda la tarde o, tal vez, toda la noche
es preciso saberlo hacer sin darse cuenta; no hay donde sentarse;
especialmente en invierno, 
con el viento que sopla sobre la hierba mojada,
y con las rocas entre la basura, húmedas y fangosas;
no hay ningún consuelo, de eso no hay duda,
además del de tener por delante todo un día y una noche
sin deberes ni límites de ningún tipo.

Pier Paolo Pasolini

Las imágenes pertenecen a Gente en Buenos Aires, hermosa película dirigida por Eva Landeck que puede verse en YouTube

miércoles, 18 de agosto de 2021

Adiós a las armas (sobre un plano de "Manchester junto al mar")

Manchester by the Sea (Kenneth Lonergan, 2016)

Este plano es extraordinario. En primer lugar, porque con estas armas iluminadas (¿veneradas?) se introduce la cultura de la violencia norteamericana en la película. El drama de los Chandler es tan desolador y a la vez universal que uno siente que estamos ante vidas suspendidas en el tiempo, como si habitaran una realidad paralela, fuera de la Historia. Pero no. Aquí el relato los coloca en un contexto muy preciso (y con el reinado de Trump, el dato cobra más fuerza aún). El humor negro de Patrick enseguida distiende todo atisbo de tensión: “¿A quién piensas disparar? ¿A ti o a mi?” Pero el tío Lee no tarda en proponerle vender las armas para comprar un nuevo motor para el barco. Un instrumento construido para matar será canjeado por el artefacto necesario para conservar el barco. Es decir, la vida. Al lado del aparador con las armas tenemos una fotografía de un grupo de pescadores (¿está Joe allí? ¿O quizás sean otros parientes?). Todo indica que Patrick desea prolongar ese legado familiar. Y al otro lado tenemos dos fotos de Patrick como jugador de hockey. No sólo nos señala otro camino posible para el joven (ser deportista) sino que también nos conecta por metonimia con la escuela, con la educación formal. ¿Patrick seguirá estudiando cuando termine el secundario? Al final de la película él dice que no, pero no podemos saberlo a ciencia cierta. Es un interrogante que se abre, aunque tengo la intuición de que el tío lo va a convencer.