viernes, 9 de agosto de 2013

Herzog pinta a Buñuel


Por Werner Herzog*

"La razón por la que he sobrevivido tanto tiempo en este oficio -nadie sobrevive tanto, salvo raras excepciones- es probablemente porque sigo estando abierto. Sigo abierto, cambio, vivo, y la vida queda en mis filmes. Lo mismo le pasó a Buñuel. Miren los filmes que Buñuel hacía en los años 30, miren los filmes que hacía en los años 50 en México, miren a Buñuel en la época en que trabajó en Francia, El discreto encanto de la burguesía, etc. Nunca dejó de vivir su vida, siguió vivo, abierto… En verdad me gusta mucho Buñuel por eso. Me gusta por la capacidad que tuvo para no fijar su trabajo en un rictus. El rictus de algo que habría marcado una época y luego se repite. Ustedes ven una vida que evoluciona cuando ven las películas de Buñuel. Además, tenía un gran sentido del humor. Pero su humor siempre proviene de una determinada profundidad en la visión. Nunca es superficial. Forma parte de su esfuerzo por entender el corazón. Y eso es también lo que yo intento hacer."


*Fragmento del libro Werner Herzog: Manual de superviviencia, entrevista con Hervé Aubron y Emmanuel Burdeau (Ed. El cuenco de Plata). 

En la imagen: Simón del desierto, de Luis Buñuel.

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