domingo, 30 de noviembre de 2014

Mar del Plata 2014 - Actos y cuestiones


* En blanco y negro. Así fue concebida la película El acto en cuestión, de Alejandro Agresti, y así la disfrutamos en una gloriosa proyección en el reciente Festival de Cine de Mar del Plata. Gran pero gran momento. En un teatro Colón colmadísimo, el programador Marcelo Alderete presentó la película y anticipó que podría estrenarse en salas por primera vez, el año próximo, gracias a una iniciativa de la distribuidora Zeta Films, la revista Haciendo Cine y el INCAA. El film es de 1993. En Argentina sólo se lo había visto en una retrospectiva en la sala Lugones, pero nunca circuló ni se editó en formatos hogareños. Es una obra maestra. Punto. Agregar cualquier calificativo en este momento sería absurdo, porque ante el primer impacto de películas como El acto en cuestión -o como Jauja- uno sabe que ahí hay demasiado cine y demasiado mundo. La asimilación reclama tiempo. Salimos con el corazón eufórico aunque también con la sensación de ser chiquititos y frágiles, como habitantes de una casita de muñecas. “La infancia es eso que no nos deja en paz hasta que somos demasiado viejos”, sostiene un personaje del film. Así que yo aprovecho la ocasión para pedirles a Papá Noel y a los Reyes que la promesa del estreno de El acto en cuestión finalmente se cumpla.

* En blanco y negro es el spot institucional de esta 29º edición del festival. Cuando uno asiste a muchas proyecciones a lo largo de los días, resulta lógico que la reiteración de los cortos previos al film principal termine provocando cierto fastidio, pero esto nunca ocurrió este año. El exquisito trabajo de Esteban Sapir celebra no sólo el cine sino también la belleza de la ciudad. Difícil no lagrimear cuando los personajes de Jules et Jim empiezan a correr y la música de Axel Krygrier se vuelve aún más dulce y melancólica. Debo haberlo visto más de veinte veces, fácil, y podría seguir haciéndolo con placer. El corto está disponible en YouTube.

* De vuelta en Buenos Aires, pienso en esa pequeña gran película llamada La vida útil, de Federico Veiroj. En blanco y negro. La cito aquí por puro capricho, pues esta película uruguaya en realidad participó hace ya algunos años en el festival. La vida útil narra la historia de un cineclub en crisis. Se pregunta si será posible continuar viendo cine en el cine. Pero también nos recuerda que lo más lindo del cine no se juega necesariamente ahí adentro sino en el después. Salir del cine, caminar, hablar. Recrear la película a través de la palabra. Como explica Jacques Rancière, la experiencia clásica de ver un film en una sala implica percibir “una serie de imágenes que pasan, tres cuartos de las cuales olvidamos inmediatamente para luego reinventarlas”. Es esa reinvención permanente la que funda, según Rancière, la emancipación del espectador. Y ése es el acto en cuestión.

viernes, 28 de noviembre de 2014

Llega la Semana del Festival de Cannes

Desde del 1° al 7 de diciembre se llevará a cabo en la sala Gaumont la primera edición de la Semana de cine del Festival de Cannes (en lo que antes se denominaba “Semana del Cine Europeo”, un espacio que ya se convirtió en un clásico de cada diciembre). El programador del ciclo es Thierry Frémaux, director general del más importante festival de cine del mundo. 

Entre las películas programadas se encuentran la ganadora de la última Palma de Oro, la turca Winter Sleep, y los nuevos trabajos de Xavier Dolan, Ken Loach y Jean-Luc Godard. Por otro lado, participarán como invitados la actriz Bérénice Bejo junto a Michel Hazanavicius, realizador de El artista, quien viene a presentar su film The Search. Hazanavicius, además, brindará una charla junto a Frémaux. 

Todas las funciones se realizan en el horario de las 20. A continuación, la agenda del ciclo:

Lunes 1° de diciembre / Domingo 7
Winter Sleep, de Nuri Bilge Ceylan (Turquía, Francia, Alemania / 196 min.)
Aydin, actor jubilado, dirige un hotelito en Anatolia central con la ayuda de su joven esposa, de quien se encuentra alejado sentimentalmente, y de su hermana, triste porque se acaba de divorciar. En invierno, el hotel se convierte en su refugio y en el escenario de sus aflicciones...

Martes 2 de diciembre
The Search, de Michel Hazanavicius (Francia, Georgia / 149 min.)
Ambientada durante la segunda guerra de Chechenia, en 1999, la película narra las historias de cuatro personajes que se cruzan durante el conflicto bélico.

Miércoles 3 de diciembre
Mommy, de Xavier Dolan (Canadá / 134 min.)
En una Canadá ficticia, una nueva ley permite que los padres angustiados abandonen a sus hijos con problemas en el hospital. En este marco, Diane, una viuda decidida, intenta educar a Steve, su carismático hijo que padece un trastorno por défiti de atención.

Jueves 4 de diciembre / Sábado 6
Jimmy's Hall, de Ken Loach (Reino Unido, Irlanda, Francia / 106 min.)
Corre el año 1932, y tras diez años de exilio en Estados Unidos, Jimmy Gralton regresa a su país para ayudar a su madre con la granja familiar. Llega a un escenario que ha cambiado después de la guerra civil y que ahora tiene un nuevo gobierno. Sin embargo, la influencia de Jimmy y sus ideas progresistas provocan que las tensiones de antaño vuelvan a aparecer.

Viernes 5 de diciembre
Adieu au langage - (3D), de Jean-Luc Godard (Francia / 70 min.)
El punto de partido es sencillo. Una mujer casada y un hombre soltero se encuentran. Se aman, se pelean, llueven los golpes. Un perro vaga entre el campo y la ciudad. Pasan el tiempo. El hombre y la mujer se encuentran, y el perro se encuentra entre ellos. El otro está dentro del uno. El uno está dentro del otro. Comienza una segunda película. Igual que la primera... pero no.


Todas las funciones se realizan en el Cine Gaumont - Espacio INCAA Km 0. (Av. Rivadavia 1635). La información de prensa no indica el valor de las entradas.

domingo, 23 de noviembre de 2014

¡Ya lo veo!


¡Ya lo veo! 

Es un nuevo Festival de Cine 
de Mar del Plata. 

Y allá vamos.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Ciclo: Favio - Testimoniar la historia

El 5 de noviembre se cumplieron dos años del fallecimiento de Leonardo Favio, y a modo de homenaje el Palais de Glace presenta una retrospectiva casi completa del gran cineasta argentino. Todas las funciones se realizan a las 19:00, con entrada gratuita.

Programación:

Crónica de un niño solo (1964 / 70 minutos)
Viernes 7 de noviembre
Domingo 23 de noviembre

Este es el Romance del Aniceto y la Francisca, de cómo quedó trunco, comenzó la tristeza y unas pocas cosas más… (1966 / 75 minutos)
Domingo 9 de noviembre
Viernes 28 de noviembre

El dependiente (1969 / 87 minutos)
Viernes 14 de noviembre
Sábado 29 de noviembre

Juan Moreira (1973 / 105 minutos)
Sábado 15 de noviembre
Domingo 30 de noviembre

Nazareno Cruz y el lobo (1975 / 92 minutos)
Domingo 16 de noviembre
Viernes 5 de diciembre

Soñar, soñar (1976 / 85 minutos)
Viernes 21 de noviembre
Sábado 6 de diciembre

Gatica, “El Mono" (1993 / 136 minutos)
Sábado 22 de noviembre
Domingo 7 de diciembre

Las funciones se realizan en la sala del Palais de Glace (Av. del Libertador 1248). Más información en el sitio web del Palais.

viernes, 7 de noviembre de 2014

Madres perfectas, de Anne Fontaine


No vamos a negar una evidencia primordial: como artefacto cinematográfico, Madres perfectas (Adore) no transmite mayor ímpetu que el que uno puede encontrar, digamos, en el protector de pantalla de una computadora. La ambientación -playa, selva, aguas turquesas- es tan idílica y suave que acaba volviéndose directamente anodina, mientras las actrices principales lucen enajenadas y los conflictos se despliegan con una frugalidad desconcertante, al punto de ahogar todo latido dramático. El relato impone un cuadro liso y despejado de lo que supuestamente debía ser erótico o, al menos, perturbador. Pero este resultado no parece ser del todo involuntario, y eso es lo intrigante. Es probable que a Anne Fontaine no le interese tanto emocionar como materializar teorías. Ya en 2001, en el que quizás sea su mejor trabajo, Cómo maté a mi padre (Comment j'ai tué mon père), esta cineasta francesa se preguntaba si es posible transformar la abstracción psicoanalítica en cine.

Amigas íntimas desde la infancia, Lil (Naomi Watts) y Roz (Robin Wright) viven en un bellísimo pueblo de la costa australiana. El marido de una murió hace muchos años y el marido de la otra transita por ahí sin dejar estela alguna. Cada una de las mujeres tiene un hijo adolescente. “Son como jóvenes dioses”, dicen las mamás orgullosas mientras admiran la destreza de sus niños para dominar las olas. Un día Roz tiene sexo con el hijo de Lil y luego Lil se acuesta con el hijo de Roz. No hay mayores resistencias ni reproches más allá de alguna cachetada catártica. 

¿Qué hemos hecho?”, pregunta Roz, a lo que Lil responde: “Cruzamos una línea”. Con este diálogo tan diplomático como ridículo se resume el cara a cara de las amigas, y son muchos los diálogos torpes que circulan en el film, como si se quisiera sugerir que, en realidad, en esta historia las palabras resultan inocuas, porque el lenguaje nunca a llega a articular la represión. Los tabúes no se padecen porque el deseo los excede, los pulveriza, y los personajes se permiten ser felices sin culpa. Y si uno había moldeado sus expectativas para espiar los temblores de una pasión traumática, lo que la película hace es entregarnos, desde cierta distancia afectiva, escenas de absoluta libertad y plenitud. Curiosamente, lo que más angustia a los personajes no depende tanto de los temas específicos del film (los códigos de la amistad, la diferencia de edad) sino de una cuestión mucho más universal: el miedo al abandono.

Y quizás no sea posible vivir siempre así, haciendo equilibrio en el borde. Las madres deben dejar que sus hijos tracen sus propios caminos e intenten adaptarse a la dinámica social. Por eso el relato, en su segunda parte, somete a los jóvenes al trámite de la convención. Matrimonio y procreación, mandatos que en esta historia particular sólo llevan a pronunciar la dialéctica con aquel goce de la orilla. ¿Quién tiene el coraje y la energía psíquica para seguir el deseo hasta al final? ¿Cómo sostenerlo sin renunciar al "mundo real"? En la última escena comprendemos que los personajes de esta película no son seres humanos sino conjeturas dentro de un gran globo de ensayo. La felicidad es pura especulación de la ficción. Nadie sobrevive aislado en una balsa en el medio del mar.

martes, 4 de noviembre de 2014